1. La piscina (1). El cachorro ya muy experto.


    Fecha: 10/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Fernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... llegar a mi paquete, al mismo tiempo que empezaba a pasar su mano por encima de mi bañador, mientras con el otro me seguía agarrando por el pecho. Fué como una invitaciíón sin palabra a lo que tanto ansiaba. Quería que me tocase, quería que me magreara todo el paquete, quería sexo, del bueno, con este espléndido machito. Y parecía que Hernando tenía las mismas ganas, porque sin vacilar demasiado, el joven introdujo su mano bajo mi slip, por un lado, y empezó a acariciar mis huevos y mi polla... Mi miembro no tardó mucho a ponerse duro como el acero. Fuí incapaz de contener los gemidos que brotaban de mi boca. Suspiraba de gozo al sentir el soplo de su boca junto a mi oreja, el sonido de sus jadeos suavecitos. Y entre gemidos, jadeos y suspiros, el niño alcanzó a hacer deslizar mi verga hacia un lado de mi bañador dejandola salir en total libertad.
    
    Juan se quedaba mirándonos de lejos. 
    - "Vámonos a las tumbonas", propuse a Hernando. Antes de salir de la piscina, Hernando se puso de pie sobre el escalón, y apoyando su espalda contra los tubos de los pasamanos, pegó sus labios contra los míos. Intercambiamos nuestras lenguas con pasión, vertiendo nuestras salivas por las comisuras de nuestros labios. Que bien besaba el niño ! Seguimos andando, yo iba adelantado. Estaba alucinando : no esperaba semejante reacción de un niño tan joven. No me podía explicar que a su edad sintiera tanta emoción con un maduro. Un escalofrío recorrió mi espalda. Nos paramos otro momento y nos ...
    ... besamos otra vez apasionadamente, batallándo con nuestras lenguas por explorar cada rincón de la boca del otro. Me asombraba que un niño de quince años tuviera tanta experiencia. Después de largo rato besándonos, seguimos andando hasta las tumbonas. Hernando se había tendido en una, dejándome a mí de pie. Su mano volvió a separar mi bañador por el lado, de forma que mi polla bastante dura quedase al descubierto. Y agarrándola con su mano empezó a pajearmela suavemente, con unos movimientos que subía mi excitación hasta límites de frenesi.
    
    Yo puse mis manos en su nuca, indicándole lo que quería sin palabras, y empujé suavemente su cabeza hacia abajo. No se hizo de rogar, él deseaba tanto chupármela como yo que me la chupase. Primero la lamió con la lengua de arriba abajo, mientras sus manos me separaban las piernas. Cuando empezó a introducirsela en la boca, una de sus manos me sobaba el culo, y la otra me acariciba los huevos. Poco a poco se fue tragando mi miembro por completo, al mismo tiempo que con sus dedos empezaba a jugar con mi ano. Como los dos estábamos húmedos de la piscina, no le fue dificil introducir uno de sus dedos por el boquete de mi culo. Realmente, Hernando, a pesar de su edad, era ya un verdadero experto : el niño me estaba llevando al cielo !
    
    El machito se puso de pie y pegando su polla contra mis nalgas me la metió poco a poco. Su miembro penetraba lentamente en mi recto sin causarme ningún dolor. Al contrario, fue muy placentero, y el joven tenía ...