1. El señor Manuel (VII)


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Voyerismo Autor: dbeni72, Fuente: xHamster

    ... su lengua estaba recorriendo mi sexo.Estaba entregada, mis jadeos tomaban intensidad, sentía mi humedad brotando de mi sexo, ya no iba a aguantar mucho más. Su lengua me estaba haciendo perder la noción de tiempo y del espacio.Agarré su cabeza, y la hice subir un poco más. Empecé a mover la caderas mientras su lengua acariciaba mi clítoris. Exploté jadeando con intensidad, sin darme cuenta de que nuestro vecino podía estar escuchándonos.Mis orgasmos iban poco a poco bajando de intensidad, cuando, de repente, José se incorpora y ya no llevaba ropa interior, con su polla tiesa, se coloca entre mis piernas, y sin ninguna resistencia entró hasta el fondo. Un nuevo escalofrío de placer recorrió mi cuerpo.Lentamente iba moviéndose, y con los ojos cerrados sentía cada centímetro de su miembro recorriendo mi sexo. Otra vez mi cuerpo pedía guerra, necesitaba correrse. Mi mano bajó, y mientras José se movía como un maestro, mis dedos acariciaban mi clítoris.Nuevamente estaba jadeando como una gata en celo. Estaba tan intensamente húmeda, que parecía que llevara un litro de lubricante dentro de mi vagina, cayendo por la raja de mis nalgas y humedeciendo mi ano.José bajó una mano, e introdujo un dedo en su ano aumentando mi intensidad de excitación. Lo sentía tan rico dentro del culo que no me había m*****ado nada al entrar, al revés, mi culo pedía guerra. Era maravilloso, su polla dura en mi vagina y su dedo en mi culo poniendo en otra dimensión.Ya no iba a aguantar mucho más, mi ...
    ... ano empezaba a latir, y mis dedos acariciaban mi pequeño pero duro clítoris.En ese momento, cuando ya no podía más, José me dijo:- Cari, como me gustaría que le dieras placer al señor Manuel.Esas palabras me hicieron explotar inmediatamente, de manera tan intensa. Mi vagina se contraía, mi ano latía con fuerza, y su polla explotó a la vez que yo jadeaba con tanta intensidad que era imposible que no nos escuchara desde el salón.Quedamos tendidos uno al lado, y José se incorporó y me dio un largo y dulce beso, dejándose caer nuevamente sobre la cama. Estábamos empapados por el calor y tanto frenesí.Me giré hacia mi marido, y le dije:- De verdad te gustaría que le diera placer al señor Manuel. Lo dices en serio.- No te voy a mentir, y es una fantasía que tengo, la de verte con otro hombre. Pero reconozco que no te dejaría en manos de cualquier hombre, así que imagino que el señor Manuel, con el cariño que le tengo y la buena persona que es, es al único que veo que no sería capaz de hacerte daño. Pero como todas las fantasías, imagino que son difíciles de cumplirse.- No sé, nunca se me hubiera ocurrido que te gustara algo así, y menos que me calentaras con esa situación. No creo que sería capaz de realizar algo así.- Tranquila, Cari. No lo pienses ahora. Pero que sepas que me vuelves loco pensando que jugamos a esto tan morboso.José cayó plácidamente dormido, y comenzó a roncar con intensidad. En ese momento sentí que nuestro vecino salía del salón y entraba al baño. Momento que ...