Cachorros calientes
Fecha: 23/07/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Manu, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... también un hermoso instrumento entre las piernas de su propietario... Esa edad me parece particularmente atractiva, el periodo cuando los jovenes acaban de dejar la pubertad, teniendo pero todavía la suavidad de sus rasgos de niños, la finura de su piel, y esa aparente inociencia, que de hecho es sólo superficial. Ya tienen cuerpos y genitales a las dimensiones que muchos adultos envidiarían !... Y torturados por sus hormonas, pasan mucho tiempo entregándose a placeres solitarios (muchas veces también con compañeros...), especialmente viendo escenas de sexo de todo tipo, que Internet hoy les ofrece, enseñandoles, como nunca antes, las mejoes posiciones, la panoplia de los genitales, el uso de los accesorios sexuales más sofisticados... Todo filmado en primer plano, con actores muy expertos, de todos los colores y origenes del planeta. Pero, por supuesto, incluso si las chicas hoy en día son menos cautelosas que sus hermanas mayores, los varoncitos tienen que conformarse con pajas solitarias, o de grupo, para satisfacer sus necesidades diarias, y a veces multidiarias !...
El grupo de los muchachos se calmó, y los cuatros se sentaron en círculo. Parecían contandose buenos chistes. Sus voces me llegaban. Algunos incluso hablaban muy fuerte para ser escuchados y cubrir la voz de sus amigos, pero yo no podía entender el tema de sus conversaciones, sólo unos pocos fragmentos. A pesar de todo, no dejaba el grupo de ojos, me hubiera encantado tanto estar sentado con ellos, ...
... mirar de cerca sus cuerpos de machitos en la fuerza de su edad !... En un momento dado, dos de ellos se pusieron de pie, saludaron a los otros, que parecían preferir quedarse. Seguía viendo la escena desde lejos, pero siempre con gran interés. Los dos se alejaron, regresando a la carretera principal por el caminito que habían tomado a su llegada. Los dos restantes se fueron a nadar. Por suerte para mi, quedaban los dos chicos que más me habían llamado la atención : el joven con la bermuda blanca, u el otro con el boxer amarillo. Los ví nadando a lo largo de la playa, pasando frente a donde estaba, y, una vez llegados al nivel de los restos de un viejo barco, varado en la playa, dar la vuelta para volverse al punto de partida de la carrera. Fue el chico con el boxer amarillo quien ganó, por delante por lo menos diez metros.
Agotados, los dos nadadores se tumbaron en la arena húmeda. Las olas lamían sus hermosos cuerpos. Sin quitarles los ojos de encima, me levanté y traje mi paquete de cigarillos de mi bolsa. Estaba fumando de pie cuando ví a uno de los chicos volver su mirada hacia mi. Habló con su amigo, que enderezó ligeramente su torso y también me miró. Se hablaron el uno al otro, y luego el primero se puso de pie y caminó hacia mi. Era el chico con la bermuda blanca. A pocos metros de mí me habló :
- "Hola !... Me regalas un cigarillo, por favor ?"
- "Por supuesto, con mucho gusto... Toma !...", le dije ofreciéndole el paquete.
El chico se acercó, se puso de rodillas ...