El Prostíbulo The Pink Pearl
Fecha: 02/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: AldousNix, Fuente: SexoSinTabues
Me corrieron de casa, y en mi desamparo terminé en un prostíbulo. Pero esto solo sería el principio de un largo camino Cuando tenia 15 años, mi familia adoptiva me había echado de su casa por un rumor que difundieron los vecinos sobre unas supuestas aventuras con su hija menor. Me tomo un día completo salir de las zonas rurales a pie para terminar en un sucio pueblo suburbano. En ese entonces estaba delgado, agotado y hambriento a tal punto que lo ultimo que logre ver, al fondo de un callejón, eran unas luces rosas muy fuertes, luego perdí la conciencia. No sabría si era la piel de Mónica o su llamativa vestimenta el sedoso roce que me invito a abrir los ojos. Desperté con solo unos calzones blancos, bañado y con un banquete de pan, leche y algunas bananas. Los devoré apenas sentí el cuerpo y con la boca llena la observe. Una preciosa mujer mayor de piel canela, pechos y caderas voluminosas, un gusto peculiar por la lencería roja que resaltaba al punto que no sentía dolor, hambre o mi propia existencia. -Has estado durmiendo desde ayer pequeño, Me llamo Mónica, ¿a ti como te gustaría que te nombre? Tragando con dificultad le conteste mi nombre, Aldous, pero no podía dejar de mirarla, algo en su mirada, una mezcla seductora entre la preocupación maternal y una bestia lujuriosa que no me quitaba de la cabeza. Ella sonrió y se marcho meneado discretamente sus caderas. Quede admirando su silueta alejándose de aquella habitación decorada llamativamente con velas blancas, telas ...
... rojas, un enorme baul y espejos grandes de cuerpo completo. Satisfecho me levante lentamente esperando que mi cabeza deje de dar vueltas, asi que salí de la habitación hacia un pasillo muy elegante, habia muchas otras puertas parecidas y al fondo, en las escaleras estaba Mónica hablando con otras chicas, algunas vestían muy llamativas, otras en cambio usaban esos vestidos que usaban en donde creci, pero mas cortos y una de ellas tenía algo como de cuero, se le veían los pechos y el bello púbico. Mónica me ve y me invita a acercarme a ellas. -El pequeño se llama Aldous, es el chico que ayer trajimos. ¿Estas mejor cariño? Asentí ante su dulce voz, que aunque no lo mostraba estaba seguro que ella olía como me estremecía y más con esa lencería roja que le ajustaba las curvas. Las chicas rieron con picardía y se alejaron despidiéndose agitando sus dedos. -Señora, gracias por salvarme. No tengo donde ir, ni estudio, pero le puedo ayudar con lo que quiera. En ese momento, su sonrisa sentenció un deseo que con observarla me latía con fuerza el corazón. Señalo la habitación donde habia despertado y me susurro: "¿Lo que quiera? Esperemos que sea así pequeño. Ve a la habitación" terminado me dio una fuerte nalgada que me tomo por sorpresa, pero obedecí y volvi a aquella enorme cama esperando sus indicaciones. La puerta se abrió suavemente pero se cerro de golpe, Mónica, con olía a lujuria y me tumbo en la cama, rasguñando mi torso con sus largas uñas. -Si haces bien esto, el trabajo será ...