1. El Prostíbulo The Pink Pearl


    Fecha: 02/12/2017, Categorías: Hetero Autor: AldousNix, Fuente: SexoSinTabues

    ... todo tuyo pequeño bastardo- Exaltado por tenerla tan cerca, asentí y de inmediato sentí su lengua recorrer mi boca, jugaba con mi lengua enrollándola como una serpiente. Comenzó a morderme el cuerpo, primero los labios, el cuello, el torso, mientras con su mano toqueteaba mi entrepierna. Los primeros sentí el punzón del dolor pero de a poco ese punzón se hacia dulce, pero aun la confusión de mi primera vez me tomaba. Mónica prácticamente desgarro el calzón que llevaba y jugaba con mi pene semi erecto. -¿Tu primera vez? Te estas ganando unos puntos Dicho esto comenzó a masturbarme suavemente, y mi pene se endurecía mas y mas. No paso mas de dos minutos y eyaculé casi sin percatarme. Ella metió sus dedos en su boca para probar mi semen y decepcionada lo escupió de nuevo. -Tendremos que mejorar este detalle. Ahora date la vuelta Ordenó y asustado obedecí. Me quede en cuatro mientras ella caminaba hacía el enorme baúl, y saco un dildo dorado que iba lamiéndolo mientras se acercaba. Me tomo de mi cabello con fuerza y froto el dildo entre mis nalgas. El temor me hacía mirar a otro lado pero solo la escuche exigir que así debería hacerlo. Al voltear me pateó fuera de la cama y ella se acomodó en cuatro masturbándose con fuerza. Me quede sorprendido, era la primera vez que veía a una mujer masturbándose. Mónica bajo su fina ropa interior y con un gesto me llamo a ...
    ... montarla. Me acomodé detrás y gentilmente ella dirigió mi pene. Mientras admiraba su grandes curvas, su espalda tersa, incluso su vagina, aunque con abundante bello púbico era hermoso de ver. Al penetrarla lenta pero torpemente, ella se acomodó sus largos cabellos negros y me los entregó para estirarlos. -Házmelo como si fuera un caballo, ¡Ahora! Como era delgado y mas pequeño que ella, me tomo de las caderas y las movio con cierto ritmo gential, mientras gemía por lo bajo. Pero avanzaba los movimientos y rapidamente comprendí como debía moverme. Efectivamente la penetraba con fuerza y algo de velocidad, mientras jalaba su pelo para descontrolarla. Ella gemía con ganas, casi gritando. Apretaba las sabanas, las mordía con desespero. Sus gritos se combinaban con el golpe de nuestros muslos. Su piel se sentía caliente, sus nalgas rebotaban con fuerza y yo no me quedaba atrás. Mi respiración se entrecortaba, mi cadera ya solo se movía instintivamente, tratando de entrar mas y mas dentro de ella. Podía ver pequeñas gotas mojar la cama y a Mónica retorcerse, tocándose los pechos, el clitoris. Pero todo eso me sobrecargo al punto que eyaculé de nuevo. Agotado me senté contemplando como escurría el semen y el liquido de ella. Mónica con una bofetada y una sonrisa, me besó gentilmente y susurro a mi oído una voz dulce y un mal acento: "Contratado, bienvenido al Pink Pearl" 
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