1. Mi prima Silvia


    Fecha: 03/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Ricardo Diaz, Fuente: CuentoRelatos

    Mi prima Silvia tenía 23 años y yo 34 cuando tuvimos nuestro primer encuentro sexual, el que llevamos a cabo sin que ninguno de los dos pronunciara palabra alguna. Yo iba a la universidad y como la casa en que ella vivía con su marido quedaba cerca de mi facultad, acostumbraba a quedarme con ellos cuando se me hacía tarde. Como nos habíamos criado juntos, su esposo me vio casi como un hermano de ella. Y así nos sentíamos ambos, hasta el día en que sucedieron los hechos que les relato. Mi prima llevaba 3 años de casada y en la época en que sucedió lo que voy a narrar las cosas entre ella y su esposo no marchaban bien. De hecho nunca marcharon bien como pareja debido fundamentalmente al carácter machista de su marido, lo que lo hacía preferir a sus amigos y las juergas a atender a su joven esposa como ella deseaba. La noche de que les voy a contar mi prima estaba particularmente inquieta, probablemente porque la naturaleza le estaba pidiendo lo que su marido no le daba y que prefería repartir con otras mujeres, lo que le dejaba sin ganas ni fuerzas para cumplir con su mujer en la cama. Llegué, cené y nos fuimos al living a ver tele. Me había dado cuenta que mi prima se había tomado un par de copas antes de mi llegada por el leve olor a ron que despedía al momento de darme el beso de saludo, que esta vez fue más cerca de mi boca que otras veces, lo que no dejó de sorprenderme. Mientras veíamos la tele le pregunté, poniendo mi mano en su pierna, en un gesto de cariño y ...
    ... familiaridad, si le pasaba algo, ya que la notaba inquieta. Ella tuvo un leve temblor al toque de mi mano, hizo un mohín y dijo "nada, lo de siempre con José, tu sabes", llevando su mano a mi pierna, como devolviéndome el gesto cariñoso. No hubiera sido sino un gesto similar al mío si no fuera porque su mano quedó a la altura de mi muslo, cerca del final de mis piernas y peligrosamente cerca de mi verga, donde quedó reposando, inocentemente.. Continuamos viendo la televisión en silencio, con la mano de mi prima puesta en mi muslo. Al rato mi primita se había quedado profundamente dormida, apoyando su cabeza en mi hombro, con su mano en mi pierna. El ver a mi prima completamente dormida, con su cabeza apoyada en mí y su mano muy cerca de mi verga, con cada movimiento de ella cada vez más peligrosamente cerca de mi verga, me empecé a excitar y fui perdiendo el hilo de la película que estaba viendo, ya que se me produjo una erección. Intentaba pensar que eso que estaba rondando por mi mente no podía ser, ya que con Silvia nunca habíamos tenido nada antes. La cosa es que con la erección mi verga se acercó más aun a la mano de mi prima, que seguía descansando sobre mi muslo, moviéndose al compás de su respiración. Entonces hice un movimiento para tratar de apartar su mano de mi verga, ya que si despertaba y me sorprendía en esas condiciones, podría tener una escena y hasta temía que me echara de la casa. Me confundía el pensar que estaba calentándome de esa manera con ella, ya que nunca ...
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