TRES PENES INOLVIDABLES (Tercera parte)
Fecha: 29/09/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Hernando, Fuente: RelatosEroticos-Gratis
... levantado en el aire. Y justo cuando estaba a punto de tragarme su bellota rosa, el sonido de los pasos de alguien en el pasillo interrumpió abruptamente mi gesto. Ambos nos pusimos de prisa la ropa antes de que llegara este visitante inoportuno. Era el profesor de gimnasia !
- "Qué están haciendo los dos aquí tan tarde ?... Vamos, muévense !... Voy a cerrar el vestuario."
Y al salir del gimnasio, Hans se inclinó hacia mí y me susurró :
- "No te preocupes... será por otro momento. Sí vienes a mi casa podrás probarla !..."
El sábado siguiente, poniendo el pretexto de que teniamos que hacer un deber juntos, fuí a la casa de Hans. Sus padres estaban fuera toda la tarde. Hans me saludó con una gran sonrisa y me llevó inmediatamente a su habitación. Tenía un cuarto con baño personal. Le pedí que me esperara unos minutos, tiempo para ir al baño. Cuando salí me encontré con la sorpresa de que Hans estaba completamente desnudo esperándome. Su pene apuntaba al cielo, rudo y intimidante. Sus huevos colgaban marcando su imponente presencia. Su mano izquierda estaba tomada a su cadera, y la derecha despeinaba su cabello rubio de forma sexy. Los músculos de su torso y su abdomen provocaban ser lamidos centímetro a centímetro. El joven macho me miró y se mordió el labio inferior. Hizo un movimiento de cadera y quedó ligeramente de costado. Su nalga izaquierda me saludó, dura y ligeramente cubierta de un terciopleo rubio.
- "Te gusta mi cola, mi amor ?..." dijo con una voz de niña. ...
... Y agregó de inmediato con su vozarrón de macho :
- "No te creas que te la daré hoy !"
Empezé a reirme. Me acerqué a él. Pegué mi cuerpo contra el suyo. Su pene duro rozaba contra mi bulto palpitante. Mis brazos recorrían su espalda, amando la prominente curvatura que se apreciaba al llegar a su culo. Capturé cada nalga y las apreté mientras lo besaba. Él fingió dejarme tener la iniciativa, pero muy rápido reanudó su papel de macho dominante y me ordenó de desnudarme. Lo que hice en segundos. Luego me tomó de la nuca y me empujó hacia abajo, de tal manera que mi vientre quedara sobre sus rodillas. Mi culo quedaba frente a él, y él lo acarició.
- "Hoy has sido un niño malo !" Y empezó a azotarme en cada nalga.
- "Oh ! Dios !... por qué me das esa nalgada ?"
- "Me detengo ?... No ! Has estado demasiado malo !"
Y Hans seguía repitiendo el castigo. Yo chillaba, pero no le pedía detenerse. Me gustaba demasiado. Poco a poco bajé mi cara hasta su colita. Ardía como el infierno cuando la toqué. Continué bajando hasta sus testículos y pene, el cual tenía un charco de pre-semen. Tomé un poco de ese líquido y separé sus nalgas. Cuando ví su orificio anal, le unté con su viscoso pre-semen. Intente hundir la punta de un dedo en este delicioso anillo rosado y palpitante. La situación me estaba llenando de morbo, pero mi pareja no tenía intención de dejar que suceda. Entendí que esta parte de su cuerpo quedaba inexplorada, y que en su cualidad de macho insospechado Hans no me iba a ...