PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte) - Relatos Eróticos

PENES INOLVIDABLES (Cuarta parte)

Desde que conozco a Hans, mi compañero rubio, mi vida sexual ha cambiado totalmente.
Solía estar interesado en otros chicos de secundaria, me imaginaba sesiones morbosas de masturbación con ellos, trataba de ver el bulto de los otros estudiantes en los vestuarios, evaluando el tamaño de sus pollas erectas, soñaba que besaba a los chicos más hermosos de mi grupo, trataba en la calle de atraer la mirada de los más sexys... En resumen, buscaba vivir experiencias sexuales con compañeros de mi edad conocidos en el colegio o en el bús escolar, o fuera, durante mis salidas a los centros comerciales. Siempre fueron los chicos más varoniles los que me atrajeron más, y en la calle incluso a los que parecían más macarras y peligrosos. Me gustaban los chavos con las pieles oscuras y vestidos provocativamente. Los morenos eran mis favoritos, probablemente porque los consideraba más varoniles y seguramente ya más experimentados en términos de sexo. Probablemente también porque me había desvirgado, durante unas vacaciones en Cartagena, un espléndido joven negro, muy macho, con un sexo descomunal...

Por supuesto, incluso hoy en día, no puedo dejar de mirar de reojo a los chicos hermosos cruzados en el instituto o en la calle, fijar mis ojos en sus bultos prometedores, y envidiar a las niñas cortejadas por chicos de mi edad con cuerpos musculosos y poderosos. Pero desde que conozco a Hans no trato como antés de llamar la atención de estos jovenes machos, porque considero que ahora estoy ...

... satisfecho por el amor que mi amigo Hans tiene por mi, y que sexualmente me da todo lo que siempre he soñado. En adelante mis impulsos serán colmados. A veces, incluso, yo considero a Hans particularmente exigente en su hambre de sexo, un tío casi insaciable !

Tengo también la impresión de que mi amigo rubio, por su parte, a pesar de sus necesidades de sexo desproporcionadas, está ahora bastante satisfecho conmigo. No me parece que esté buscando otras experiencias con los demás estudiantes del instituto. Y él, que he conocido tan mujeriego, me parece hoy en día menos atraido por las niñas, incluso no responde a los intentos de seducción que él es permanentemente objeto por parte de las chicas de nuestro grupo u otras clases del instituto, como si definitivamente hubiera renunciado a ser chupado por ellas en los baños del colegio, como era el caso cuando nos conocimos, ni siquiera para lamerles la concha, cosa, me había dicho, que anteriormente lo volvía loco de morbo y de gozo...

Es por eso que me sorprendió mucho oirlo decirme lo que pasó en los baños del instituto.
- "Sabes, Hernán, lo que acaba de pasar... Estaba orinando, y en el urinario a mi lado había otro chico. Lo que me asombró fue que él vino a orinar justo en el urinario junto a mi, cuando no había nadie más en los baños. Me di cuenta de que estaba inclinando su cabeza para ver mi polla. Así que me di la vuelta a él y le pregunté : "Es esto lo que quieres ver ?... Ve y tócala... no te va a morder...", y el ...