Una deliciosa despedida
Fecha: 08/12/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
... Fernando. Fueron, no sé 5, 10, 15 minutos ½ hora de darme y darme verga, imposible medir el tiempo. Sus arremetidas eran cada vez más fuertes y entre mis gritos y gemidos y sus gruñidos bestiales fue llenándome los intestinos de leche de macho, sacó su vergotota palpitante de mi culo y disparó sus últimos pero aún abundantes chorros de semen en mi vientre, y terminó poniéndome su monstruosa verga en la boca, ordenándome sin palabras que se dejará limpia con mis labios, cosa que realice sin rezongar pues a mí me encanta más que nada el sabor tan delicioso del semen de mis amantes, desde chiquilla, recibir el semen de un hombre en mi golosa boquita es una visión sumamente erógena para ellos, pero es el mejor premio que puede recibir una puta como yo. Al finalizar mi tarea le pedí que se acostara conmigo en la cama, en definitiva merecíamos un descanso de ese primer round, y ambos sabíamos que no sería el único de la noche. Nos besamos mucho, nos brindamos caricias mutuas, nos mimábamos. Y entonces el rompió el silencio de la habitación al decir: F- Oye bonita, por favor ven conmigo. De verdad no deseo perder esta oportunidad de trabajo, ya no tengo las mismas oportunidades como cuando yo era más joven. P- Lo entiendo papi, pero tú al pedirme que vaya no piensas en mí, solo lo haces por ti, simplemente míralo así…. Tus papis ya fallecieron, en eso tú estás consiente, ya no tienes nada que perder, pues sabes que en este mundo terrenal no volverás a verlos, pero y yo? Mis papis ...
... aún están aquí, no te importa que yo no vuelva a verlos? F- En verdad, estoy enamorado de ti, te voy a extrañar. Me decía esto sin soltarme y nos besamos otra vez. Me puse de costado, dándole la espalda, me abrazó entre sus brazos y me dormí. Sus manos acariciando mis pezones y su grande y venosa vergota dura nuevamente entre mis piernas, me despertaron de un ligero sueño. El reloj de la mesita de luz, me indicaba que no había pasado ni media hora desde que había cerrado los ojos. Me tomó una pierna y la levantó mi culo, acostumbrado y dilatado aún por la gloriosa sesión anterior y aun con el semen que salía de él, quedó a su disposición, ya no me dolía cuando me la fue enterrando sin miramientos. Me la metió prácticamente de un solo intento, solo un gemido de placer por mi parte, le avisó que estaba de acuerdo en volver a recibirlo. Nuevamente el pistoneo de esa grande y monstruosa verga perforándome, enterrándose en mis entrañas, haciéndome olvidar del mundo por completo. En ese momento, solo era su hembra, y él un formidable macho, una máquina de placer, que por última vez seria mío. Estaba totalmente entregada a su voluntad, mientras su pija seguía entrando y saliendo de mi culo totalmente abierto, por sus embestidas y por el deseo. Después de un rato de cogerme en esa posición me dio vuelta y poniendo las almohadas debajo de mi vientre, de modo que mi bien atendido ano quedó apuntándole, su vergotota, pareció percatarse de la oportunidad de meterse allí, y lo hizo sin ...