Curiosidad y algo más
Fecha: 09/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Todo comenzó una noche de copas, en el bar en que solíamos reunirnos los fines de semana. Yo estaba con los de siempre, Alberto, Juan, González, el gordo Parra... Estábamos sentados en una de las mesas del bar enfrascados en nuestra tertulia de cada sábado. Aquella noche hablábamos de tías. Alberto y González eran los únicos del grupo que en aquel momento tenían novia. A la novia de González no la conocíamos mucho pero a la de Alberto sí , llevaban bastante tiempo saliendo y además estudiaba en la misma facultad que el, de manera que al estar la mía a pocos minutos solía coincidir con ellos bastante a menudo: era una chica bastante normal,bastante recatada en la forma de vestir y con una educación que incluía colegio de pago y bastante dinero en su familia. Se llamaba,o se llama, Laura. En fin, como es habitual, la conversación acabó derivando en el sexo. A las pocas copas acabé hablando con Alberto de cosas más o menos íntimas: me vino a contar, más o menos, que su novia era bastante reacia a tener relaciones sexuales plenas pero que en el resto de menesteres era bastante receptiva. Hablando mal y pronto, que lo único que faltaba en su relación era un buen polvo. A mi aquello me parecía una putada bastante importante, pero a Alberto de momento no parecía agobiarle. Fue entonces cuando me dijo: -¿Sabes,tío? Nunca había estado con una tía que se lo pasara tan bien cuando le comen las tetas. Me pareció no haberlo oído bien. -¿Cómo? -Sí, joder... que a veces cuando le como las ...
... tetas a mi novia le da el subidón y está a punto de correrse,tío.Es muy fuerte... -¡No jodas! - a mi aquello de repente me interesaba muchísimo - ¿Pero se ha llegado a correr sólo con eso alguna vez? -No...siempre me dice que pare antes. Se pone muchísimo con eso. Total, que yo ya tenía una cosa más en la que pensar. Qué cachonda,pensé. El lunes siguiente, en la cafetería de la facultad, estuve tomando un café con Alberto,Parra y ... Laura. Yo llevaba todo el tiempo resistiéndome a mirarle las tetas a la novia de mi amigo.¿Y si me pilla?,pensaba. Yo no quería problemas con nadie y menos con Alberto. Al final no pude resistirme y las eché un vistazo así como de pasada. Buenas tetas,pensé. De tamaño mediano,erguidas y tentadoras. Me levanté, puse una excusa tonta y me fui,porque me estaba poniendo malo,no sólo por la visión de las tetas de Laura, sino por Alberto. Pajas mentales, tonterías pasajeras,pensaba. El jueves siguiente unos amigos organizaron una barra libre en el local de uno de ellos. Fuimos todos con la intención de tomar unas copas,echar unas risas,en fin lo típico.No sé qué me pasó aquella noche,pero metí la directa con las copas y a la media hora ya estaba bastante tocado. Me fijé en Laura, que también había venido. Llevaba una camisa bastante pegada al cuerpo,vaqueros y náuticos (pelín pija,ella) Si no hubiese llevado 5 copas no hubiera hecho lo que hice: me acerqué a ella y nos pusimos a hablar. -Holaaaa, Laurita. ¿Qué taaal? -Hola, Ricardo. Cómo andamos ya, ...