Curiosidad y algo más
Fecha: 09/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ¿eh? ¿Toca esprintar o qué? -Buaah, un día es un día. Eeh,bonita camisa...¿es nueva? -¡Chico observador! Eres el primero que se da cuenta... ¿te gusta? - y giró sobre sí misma en plan de cachondeo para que pudiese verla mejor. Eso me puso peor aún. -Sí...te queda muy bien- dije,baboso,¿qué demonios estaba haciendo? - Es que estás muy buena, Laurita, con esa percha es difícil que algo te quede mal... Me miró divertida, pero la expresión de mis ojos, mirando los suyos, borraron la sonrisa de su cara. -Bah...tú, que me miras con buenos ojos...Bueno, ¿tú que tal de novias? - desviaba el tema -Tú lo has dicho... -contesté con una voz que no me conocía - Sólo te miro con buenos ojos a ti. En ese momento el pobre Parra comenzó a echar la pota en medio del local, lo que cortó (gracias a Dios) nuestra conversación. Entre todos tuvimos que sacar a Parra del local para que le diera el fresco (es un chico un tanto voluminoso); a la media hora Alberto y Juan se lo llevaron a casa. Yo entré otra vez en el local para mear. Me estaba lavando las manos cuando llamaron a la puerta del servicio. -Quieeeeen... -Upsss,perdón. No sabía que estaba ocupado. -¿Laura? -¿Sí? -Pasa...sólo me estoy lavando las manos. La puerta se abrió. Apareció Laura, más guapa que nunca. -No tengas prisa... cuando acabes me avisas. -Espera... La agarré suavemente por un brazo. Ella me miró, sorprendida. Pensé que ya que había llegado hasta allí no me iba a echar atrás. En el peor de los casos, siempre podía argumentar ...
... que estaba borracho. -Antes no me has contestado...sabes lo que me cuesta decir esas cosas, Laura. -Es que no sé que decirte... -No digas nada. La agarré por la cintura con afán posesivo y la besé. A ella le cogió bastante de sorpresa, así que aprovechando su confusión la empujé con cuidado hacia la puerta, cerrándola. Ella me echó los brazos al cuello prolongando el beso, y yo aproveché para agarrarla de las nalgas y apretarla contra mí. Notaba esas tetas en las q tanto había pensado apretadas contra mi pecho,y eso me puso a mil. Empecé a comerle el cuello mientras ella me susurraba palabras que ya no recuerdo al oído. Todo empezó a ir mucho más rápido, y empecé a sobarle las tetas, erguidas, duras,perfectas. La cogí de la mano y la llevé hacia el retrete, me senté sobre la tapa, la senté sobre mí y empecé a desabrocharle la camisa (bastante torpemente, tengo que decir. Estaba un poco nervioso) Ambos jadéabamos, debido a la excitación del momento y a que podían pillarnos con las manos en la masa por menos de nada. Milagrosamente no ocurrió. Yo estaba puestísimo,pensando que al fin tenía delante de mí esas tetas que tanto me gustaban. Empecé a comérselas mientras terminaba de quitarle la camisa, y una vez sin camisa, previa ayuda por su parte al quitarse el sujetador (nunca se me ha dado demasiado bien)por fin pude degustarlas. Iba pasando de una a otra sin acabar de decidirme con qué pezón quedarme; me estaba dando un banquete de puta madre a costa de la novia de uno de mis ...