Diario de un putito (4)
Fecha: 09/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... menores”… suele decirme… -¡Ah, bueno, entonces sí, Roque!... Llevémosle a Jorgito y que ella se encargue… ¿Y sabés qué?, esto de la depilación me calentó mucho, así que, Jorgito, haceme una buena mamada… -se exaltó el señor Iñíguez… -Sí, señor, lo que usted quiera… -dije y me incliné sobre esa verga a la que había que poner dura… -Perfecto, che, hoy mismo llamo a mi prima y que nos dé un turno… Y escuchando esas palabras me sumergí en mi tarea de mamón, lamí primero los huevos –algo que me fascina hacer- y después, cuando los noté bien hinchados, empecé a recorrer la verga con mi lengua hasta que se puso dura y bien erecta… ¡Un manjar!... Empecé a lamerla desde la base hasta el glande, jugueteado allí con mi lengua para volver después a la base y ascender nuevamente un par de veces… Por fin la engullí y empecé la mamada disfrutando de ese aroma y del sabor de esa verga adorada… Cada tanto, en plena mamada, pensaba en esa depilación de mis cejas, en esa prima del señor Roque ante la cual seguramente iba yo a sentir mucha vergüenza, en ese deseo de mis dueño de acentuar lo femenino de mi aspecto, y ante la angustia que me invadía, me concentraba en la mamada y entonces el placer y la calentura se imponían a la angustia… Por fin oí al señor Iñíguez jadear cada vez más fuerte mientras me aferraba por el pelo y de pronto sentí los varios chorros de semen que me lanzó en el fondo de la boca y que tragué hasta la última gota, disfrutando de ese licor delicioso… …………. Estamos en un ...
... taxi camino de encontrarnos con la prima del señor Roque… Por orden de mis dueños llevo un jean bien celeste bien ajustado y una remera blanca no menos ceñida y mis rulos bien peinados con cepillo… Cuando llegamos al salón de estética la prima del señor Roque se adelantó a recibirnos… Calculé su edad en unos cincuenta años… Es pelirroja de ojos verdes, algo robusta, de estatura media, vestía un guardapolvo blanco y calzaba zapatos negros de tacos altos… El señor Roque me presentó a su prima: -Éste es Jorgito… -y después hizo lo mismo con el señor Iñíguez… -Ella es Silvia, mi prima preferida… explicó… -¡La única que tenés, sinvergüenza!... –retrucó la señora sonriendo y enseguida nos guió hasta su gabinete de trabajo, ubicado en el fondo del salón… De camino vi a varias mujeres jóvenes trabajando cortes de cabello y peinados de diversas señoras sentadas ante espejos y a algunas ubicadas frente a otras clientas oficiando de manicuras… Una vez en la privacidad del gabinete la señora Silvia dijo con tono de sorna: -Mmmmmhhhhh, Jorgito y sus dos maridos… -mis dueños rieron ante lo que evidentemente era una humorada que no entendí y la señora agregó: -Es muy lindo el chico, tenés buen gusto, Roque… Pero parece un menor, ¿qué tenés para decir? -Tranquila –le pidió el señor Roque y después se dirigió a mí: -¿Tenés el documento, Jorgito?... -Sí, señor… -Mostráselo… Se lo mostré, lo miró y luego me lo devolvió con una expresión de alivio en su rostro… -Yo no le daba más de quince, pero ...