1. Desahogo


    Fecha: 11/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Erotismo y Amor Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... Puedes hacer lo que quieras conmigo, soy tuya. -Nooo, Laura No, seré malo contigo, hare lo que haga falta para que cambies de opinión. Puedes ser todo lo malo que quieras conmigo Javi, pero yo sé que no lo eres… desahógate conmigo si es lo que necesitas. Lleve mis manos a su vestido y en un gesto violento tire con fuerza haciendo que los botones, que lo cerraban por la parte delantera, saltasen dejando a la vista gran parte de su bonito cuerpo. - Mira lo que estas provocando, no soy como crees que soy Laura, deberías temerme, deberías huir. Mírate Laura, mírate en el espejo, mira tu cuerpo. Eres solo una niña, no serías más que un juguete roto en mis manos. -No soy una niña Javi. Deslizo su vestido roto dejándolo caer por su pequeño cuerpo y a continuación desabrocho su sujetador que igualmente término por caer al suelo quedando tan solo vestida con sus braguitas y sus deportivas converse con unos pequeños calcetines blancos. Me miro a la cara a través del espejo y con gesto desafiante volvió a repetir: -No soy ninguna niña. Su pequeño cuerpo desnudo era un auténtico capricho, la respiración agitada imprimía un leve movimiento de subida y bajada a sus perfectos y juveniles pechos mientras los pequeños y rosados pezones me apuntaban desafiantes en el espejo. El resto de su cuerpo, casi adolescente, se mostraba igualmente perfecto. Un pequeño piercing adornaba su ombligo y las pequeñas braguitas de encaje en color negro dejaban apreciar a través de una gasa transparente que ...
    ... su pubis estaba perfectamente depilado. -Te lo voy a pregunta por última vez Laura. Me agache ligeramente y tomándola en brazos la levante como si fuese una pluma, la mire a los ojos y volví a preguntar: -¿Es esto lo que quieres? ¿Quieres que te lleve a mi cama? -Hazme tuya, tómame. -Tú lo has querido niña- Y llevándola a la cama la arroje como quien tira un saco de arena, sin la menor delicadeza, para lanzarme seguidamente sobre ella. Avance gateando por la cama sobre su menudo cuerpo hasta llegar a la altura de sus pechos y como si se tratase de una fiera que se abalanza sobre su presa comencé a devorar su precioso cuerpo. Ella al sentir el contacto de mi boca en su piel se tensó por un momento curvando su espalda antes de volver a relajarse y llevar sus manos a mi cabeza para acariciarla. Esto último me hizo enfurecer más si cabe y con un gesto violento tome sus manos para aplastarlas contra la cama haciendo uso de todo mi peso corporal. -¿Acaso te he dicho que puedas tocarme?- Le dije con tono enfadado situando mi cara a escasos centímetros de la suya- -Lo… lo siento- Su rostro era todo resignación. -¡No me toques!, no lo hagas. Ahora eres mi presa, estas a mi merced. Resígnate a que te use a mi antojo porque eso es lo que voy a hacer. Lance mi boca en busca de sus labios para succionarlos, morderlos y lamerlos. Laura intento corresponder, lo que pensó era un beso, pero yo me esforzaba tanto como podía en dejarle claro que no me interesaba lo más mínimo cuales eran sus ...
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