Renace el harem (Capítulo 7)
Fecha: 14/12/2017,
Categorías:
Dominación
Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
A la mañana siguiente se abrió la puerta del jaular y se encendieron las luces de nueva cuenta, las nuevas reclutas levantaron la vista con apenas fuerzas para mover un solo dedo, se dieron cuenta que era su Majestad que iba a saludarlas y seguramente empezar el adiestramiento. El Ama entro pavoneándose y con un tono bastante burlón exclamó ¡buenos días chicas, listas para su primer día!, las veo con cara de hambre y sed ¿desean beber agua? Las chicas débiles por la falta de agua y alimento dijeron con desesperación que sí, el Ama exclamo, ¡bueno hay una método para que yo les abra la manguera para puedan beber! y supongo que ustedes saben que hacer ¿verdad? Las chicas como pudieron se arrastraron hasta su Majestad y le besaron los pies con tal de conseguir el tan preciado líquido. Su Majestad abrió la manguera y dejo correr el agua hasta que se formara un charco para después abrir las jaulas que mantenían a las reclutas, ellas ya con la boca totalmente seca abrieron el hocico y empezaron a lamer el charco con desesperación hasta dejarlo totalmente seco. Una vez que bebieron del charco, su Majestad hizo sonar dos palmadas para ordenar a sus reclutas que tenían cinco minutos para estar en el salón principal y así comenzar su entrenamiento, habiendo dejado bien claras las órdenes a sus nuevas perras, el Ama se retiró al salón. Faltando pocos segundos para cumplirse el plazo de los cinco minutos, fueron llegando las reclutas muy débiles por falta de agua pero sobretodo de ...
... alimento, por lo que su andar era muy lento. Su Majestad al verlas llegar les dijo “como hoy estoy de buenas, les dejaré comer un puñado de alimento de perro, pero del suelo, ustedes deciden si lo comen o no. Las reclutas con tal de poder comer lo que fuera no les importo si era dentro de un retrete y rápidamente lo comieron todo. Al terminar de comer las perras, su Majestad hizo llamar a una de sus esclavas domésticas, la esclava se presentó apenas se escuchó el sonar de las palmadas, su Majestad ordenó le trajera las mordazas que tenían cepillos incluidos; la perra no tardó en regresar con los artículos ordenados por su Ama. El Ama dio la orden a su esclava que se los cepillos les fueran colocados a las reclutas para que enseguida empezaran su entrenamiento barriendo el suelo de todo el reino; la esclava acató la orden enseguida y puso a las reclutas su mordaza correspondiente, una vez puestas, la esclava doméstica pregunto a su sueña si se le ofrecía algo más, el Ama le contestó que se retirara a continuar con sus obligaciones diarias; la esclava contesto “si Majestad, a sus pies” y enseguida se retiró. Su Majestad ordenó a las reclutas, van a barrer este salón por completo y lo harán a 4 patas, tienen de plazo solo 25 minutos, si llego al minuto 26 y no han concluido habrá consecuencias, habiendo establecido sus tareas su Majestad se ausentó para llamar a las madres de las reclutas y comunicarles que ya había comenzado el adiestramiento de las fieras y que en esos momentos las ...