mi madre el objeto de mis deseos
Fecha: 23/12/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: charlye76ers, Fuente: SexoSinTabues
Mi nombre es Roberto, soy de México, actualmente tengo 30 años y así lo dejaremos para poder seguir con este relato que les garantizo es 100% real y les va a encantar… sin mentiras, engaños ni fantasía… Mi nombre es Roberto, soy de México, actualmente tengo 30 años y así lo dejaremos para poder seguir con este relato que les garantizo es 100% real y les va a encantar… sin mentiras, engaños ni fantasías… Esta experiencia comenzó a mis escasos 12 años, cuando cursaba el sexto grado de primaria, y como saben cuándo los varones nos encontramos en plena pubertad, nuestras hormonas se encuentran a todo lo que dan y comienza nuestro crecimiento como hombres y como personas sexuales. Algunos de los cambios que presentamos es que aparece el vello púbico en nuestros genitales, así como aparece un vello delgado en el resto del cuerpo, cambia engrosándose nuestra voz, nuestros músculos se marcan haciéndose más notables, y claro… nuestro pene comienza a tener erecciones fuertes y vigorosas que expulsan líquido seminal con tan solo voltear a mirar a una mujer o un simple roce de ropa con nuestro miembro y un sinfín de cosas que nos pasan. Ya para esa edad una ocasión jugando con una compañerita de escuela descubrí gracias a la promiscuidad de mi amiga el olor de la vagina, su textura, sus formas y su riquísimo sabor. ¡…Lo que me cambio para siempre…!. Pues a partir de ese acontecimiento tan grande e importante para mí. Comencé a observar a las mujeres con ojos de hombre y con intenciones ...
... de copular con ellas, con ganas de poseerlas y de disfrutar de sus cuerpos hasta el último rinconcito, saciando así mi recién adquirida lujuria y mis ya bajos instintos. Por lo que al paso de los días comencé a buscar mujeres de mi edad con las que pudiera tener roces accidentales tocando sus nalgas sobre la ropa con mi pene, mis manos o hasta con mi nariz o lengua. Pero ninguna de las niñas complacía ni satisfacía mis necesidades, por lo que mis placeres al verse cuartados se fueron reprimiendo y como una caja me fui llenando y como todo tuve que externar todo este deseo y lujuria con alguna persona y es ahí en donde entra una persona muy importante, pues al ser un niño de familia, la mujer más cercana a mí era mi madre… (Una mujer en ese entonces de 42 años de edad, de 1.58 de estatura. de cuerpo medio llenita, acinturada, con unas tetas copa C, y un culo enorme en comparación de su cintura, caderona, piernona y con tez clara, nada fea y pelo corto, una muy buena madre que no merecía un hijo como yo). Mi madre al ser la mujer con la que pasaba más tiempo en casa y casi todo el día solos, por lo que en alguna ocasión al meterme a bañar y ya estando desnudo en el baño, comencé a masturbarme sin saber muy bien que era lo que hacía, pero ese tacto mío sobre mi pene que se ponía durísimo y crecía a tope y dejaba salir liquido con un aroma extraño, todo eso era muy placentero y no podía dejar de tocarme hasta que seguí subiendo y bajado el prepucio una y otra vez con un ritmo cada ...