1. La nena del olor a pis


    Fecha: 23/12/2017, Categorías: Fetichismo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... comí el ombligo y las tetillas, le mordí la puntita del pito sobre la tela y lo saqué a la luz para mamarlo con una urgencia que me sacaba de quicio. ¡meame la cara nena, así, con la bombacha puesta, y después te la pongo en la conchita! Dijo sin pudores cuando mi boca se comía toda esa pija pegajosa por la cantidad de acabaditas que seguro no le previno a su calzoncillo. ¡Hagamos una cosa mejor… haceme pis en la boca vos primero, y yo después te meo enterito! No tuve que repetirlo. Paré de chupársela para que sus estímulos sexuales retrocedan hasta darle paso a lo que hubiera en su vejiga, y luego de exclamar: ¡Ahí va chanchita de mierda! Mi lengua se convirtió en un salitral amarillo, espumoso y cálido. Le sacudía la pija mientras su pis fluía adentro y afuera de mi boca, y hasta le lamí el slip totalmente fuera de todo control que pueda respetar. Me animé y lo besé en la boca con sus manos palpando mi vulva, y como no se resistió, aquel beso fue una guerra de lenguas asquerosas y presas de una calentura inimaginable. Tenía al cieguito meado en mi cama, cuando la vagina me latía clamando por querer comerle esa pija. Pero, antes me senté en su pecho con mi sexo apuntando a su boca, le puse una mano adentro de mi bombacha para que me revuelva la conchita con dos dedos, y en medio de mis propias palabras empecé a acabar como una perra, con solo sus dedos y la fricción de mi cola en su tórax. ¡¿Por qué te gusta mi olor a pis nene?, qué te calienta de eso?, te gustan las ...
    ... bombachitas de tu hermana mayor? Vos te meás también pajerito?, te gusta tocar una bombachita meadita? Conmigo se te re para la pija nenito! Le decía cuando mi conchita no pudo retenerlo más. Le hice pichí, y me re calentó ver su lengua relamiéndose con cada chorro que le caía en el cuerpo. Tanto que hasta le puse la concha en la cara con calzón y todo para que me la chupe. Cómo gemía ese cieguito pijón! Así como estaba, me subí endemoniada a sus caderas para que mi concha se alimente de su pija preciosa, y entonces nuestra cogida comenzó a hacerse escuchar en las paredes de mi pieza. Se oían los líquidos incesantes, mi pichí y el suyo más mis flujos y su presemen, y como ninguno se había quitado la ropa interior, esa humedad nos calentaba más todavía. ¡Dame la lechona nene, o solo sabés hacerte pis con ese pitito?, cógeme toda, dale que siempre voy a ser tu nena meona siquerés, pero dame pija guacho! Le pedían mis hormonas y el fuego de mi clítoris. Realmente, no pudo aguantar mucho, y me soltó toda la leche mientras me decía que quería cogerme en el baño de mujeres del colegio. Cuando todo terminó nos re chuponeamos por todos el cuerpo, y antes de que se vista le pedí que me mee la cama, que moje mis sábanas con lo que tuviera guardadito para mí. Esa vez también se ganó mi bombachita! Después de unos días, el tonto de dio cuenta de que no podíamos seguir viéndonos, porque se me estaba enamorando. Aun así no he vuelto a encontrar a otro chico que satisfaga mis ganas de jugar a ser ...
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