1. José! Te fuiste y te la perdiste...4


    Fecha: 01/03/2021, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: Pedro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Después de lo que acabamos de hacer, el paraguayo me dio vuelta, tomó mi cara con sus manos y me empezó a besar profundamente, Yo me levanté los pantalones, y perturbado por lo que me había pasado, salí caminando hacia mi casa, no podía sacar de mi cabeza lo que había pasado, me sentía mal porque había engañado a mi amor José, con el paraguayo, pero a la vez estaba excitado por lo que habíamos hecho y ya veía como inminente, que el paraguayo se iba a terminar quedando con mi virginidad, la cual se la había prometido a José. Controversias repiqueteado en en mi cabeza por un lado quería ir a revolcarme con el paraguayo y por el otro sentía La angustia de que José no estaba conmigo. Si bien el paraguayo era un tipo de 30 años, un metro 70 fibroso pelo morocho por el hombro, flequillo corto. Piel casi trigueña, aparentemente no tenía esposa, y tenía una herramienta de unos 19 cm. Una tarde en la que mi mamá no estaba, ya volaba de la calentura, y ésta fue más grande e intensa que mi propio miedo. Me acerqué al depósito y el paraguayo estaba solo. Cuando lo vi desde lejos, este estaba sentado dormitando. Trague saliva y me animé a ir caminando muy despacio hacia él sabiendo lo que pasaría si me acercaba al paraguayo solo. Sabía que me tendría que entregar, y que por fin perdería mi virginidad con él. Yo tenía puesto un short, el cual me lo subí para que se me metiera en la zanja de la cola y pudiera calentar aún más al paraguayo. Con el torso desnudo y solamente el short me ...
    ... acerqué despacito. Cuando estuve cerca del este se despertó, esbozó una sonrisa, automáticamente se masajeó su paquete y susurrándome socarronamente dijo, vino a buscar poronga el nene!!?? Y yo calladito me quedé inmóvil mirándolo, el siguió recostado en su silla, y con un gesto con la mano me dijo que me arrodillara y viniera gateando hasta su bragueta. Esa situación empezó a derribar mis miedos dando paso a una especie de morbo calentura, fui gateando esos dos metros que nos distanciaban hasta que llegue a entre medio de sus piernas, sin sacar mi vista de sus ojos, con mis dos manos desabroché su bragueta y despacito fui bajándole su pantalón hasta que tuve ante mí su herramienta casi erecta. Nunca sacaba mi vista de sus ojos y la reacción del paraguayo eran de como si estuviera en transe. Abrí mi boca y me  trague su poronga, y comencé a chuparla con devoción, el paraguayo se estaba volviendo loco al sentir mis labios y mi lengua, con mis manos le acariciaba los huevos y subía y bajaba por el tronco de su poronga. Por momentos pellizcaba con mis dientes su escroto, esto le provocaba estertores, chupe chupe y chupe!! Hasta que en un momento, el paraguayo hizo detenerme accionar para que me levantara y me hizo sentar en su falda, colocó su poronga en mi zanja y tomándome de las caderas hacía que lo masturbara con mi cola. Ambos volabamos de la calentura. Hasta que el paraguayo no dio más, de un sacudón me hizo parar y me colocó frente a la pared, separó bien mis piernas y se ...
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