Me muero de la vergüenza pero me encantó
Fecha: 28/12/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... respondió, se quitó la playera y no pude evitar dirigir la vista justo a su pecho, ese enorme, y peludo pecho, luego se quitó el short y no pude evitar mirar su pene completamente erecto apuntando ligeramente hacia arriba y hacia un lado... ¡estaba comletamente desnudo frente a mí!.. dio un paso y me abrazó, yo traté de detenerlo poniendo las manos en su pecho y lo único que logré fue derretirme al sentir su vello y me dijo muy cerca "Bety, mi amor, me encantas, muñeca, te adoro, lo sabes, eres tan hermosa, te amo, te necesito, por favor, corazón...", y muchas cosas más, todo tipo de palabras lidas que me aniquilaron, nunca me había llamado "Bety", siempre había sido su "Cuñadita", ese fue el tiro de gracia, luego comenzó a besarme y dejé de resistirme... y lo que tenía que pasar... ¡pasó! Originalmente aquí terminaba mi relato, pero después de releérlo varias veces me dí cuenta de que no era lo suficientemente atrevido por lo que seguramente no lo publicarían, así que continúo... Mientras me besaba, sus manos cálidas recorrian suave y lentamente mi espalda y.... ¡mis nalgas!, cada que tocaba mis nalgas yo suspiraba, cada que tocaba mis nalgas me avergonzaba más y me subía el color... ¡y la excitación!, también sentía su pene sobre mi vientre y me preguntaba hasta cuándo me penetraría, cuanto más iba a tardar torturándome con sus caricias antes de penetrarme al fin y súbitamente me quitó el short, me sujetó con firmesa las nalgas y comenzó a tratar de penetrarme, yo, con todo ...
... y la vergüenza que me inundaba, movida por el deseo, incliné la pelvis para ayudarle a encontrar la entrada y de repente... ¡la encontró!, su pene se deslizó dentro de mí con gran facilidad hasta su total longitud, entonces me di cuenta de que la excitación había hecho que mi vagina se mojara en gran manera, sentí el calor de su cuerpo en mi interiór y cómo ocupaba el estrecho espacio antes vacío y aunque nos estábamos besando no pude evitar soltar un gemido de placer, ¡me apené tanto!, pensé que mi cuñado pensaría que era una zorra, una golfa de lo peor, pero ya no me importaban los pensamientos, me atraparon las sensasiones, de inmediato comenzó a moverse como lo hacen los hombres y a cada movimiento yo sentía una especie de energía acumulándose en mi vagina y recorriendo todo mi cuerpo, para ser franca tenía mucho tiempo que no sentía algo así, creo que desde que era adolescente, se sentía como las primeras veces que haces el amor con el novio y experimentas sensaciones tan intensas que sientes que te vas a desmayar, tuve que dejar de besarlo para poder respirar, o mejor dicho, ¡jadear! y de inmediato continuó diciéndome cosas al oido como "preciosa, hermosa, te adoro..." lo cual me súper encantó... Repentinamente me cargó de las nalgas y me levantó, me tomó por sorpresa y me asusté un poco, pensé que me caería y me sujeté con fuerza de su ancho cuello para no caer, comenzó a penetrarme de abajo hacia arriba, me puse la mano en la boca para apagar otro gemido, la posición ...