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Seducida por un maduro (yo 18 años)
Fecha: 01/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Ale20, Fuente: CuentoRelatos
... vagina y comenzaba a cogerme con ellos. Estaba siendo penetrada por mis dos orificios: su verga en mi culo y sus dedos en mi panocha. Mentiría si dijera que la sensación no fue exquisita. Terminé por segunda vez y en está gritando y berreando como una vil puta. Se dio cuenta enseguida y me dijo: “yo también estoy que exploto pero me quiero divertir un poquito más”. ¿CÚAL MORAL? Caí sobre mi espalda en la cama todavía respirando fuertemente y recuperándome de ese orgasmo que me había provocado ese maldito viejo. No podía creer hasta ahora como un señor que me doblaba la edad me había hecho disfrutar tanto en ya más de una hora y como algunas parejas de mi edad en 15 minutos las había explotado. Comencé a reírme y sonreír fuertemente. Creo había encontrado una pareja que podía satisfacer esta gran necesidad sexual que poseo. Él se me quedo viendo raro y me dijo: “qué te pasa” y le dije: “nada, solo que me estoy divirtiendo mucho también”. Sonrió pícaramente, se levantó de la cama y dijo: “ven acá, aun puedo aguantar un poquito más”. La verdad es que me hubiera gustado descansar un poco más pero lo observé y vi que su verga seguía aún muy erecta como un asta de bandera, me pregunté si habría tomado viagra o algo así sin que me diera cuenta, aunque su buena condición podría ser la verdadera respuesta. Como foca me arrastré a la orilla de la cama y le dije: “ven, deja mamártela por tercera vez”. Mi cara quedó a la orilla de la cama y él solo se acercó, puso su verga enfrente de ...
... mis labios y me dijo: “como te encanta mamarla verdad putita”. Subí la mirada para verlo, le sonreí y saqué la lengua lo más que pude. Agarró su verga con su mano y golpeaba su glande contra mi lengua, después se la rodee con mis labios y procedí a chuparle de nuevo esa rica verga que tanto placer me estaba dando esa tarde. Él contemplaba maravillado como una niña de 17 se la mamaba con su carita angelical. Hacía de lado mí rizado cabello para observar bien la mamada que le estaba dando. Lo enrolló y me dijo: “te la voy a meter toda hasta la garganta”. La metió hasta que ya no se veía nada de ella. Sentí que me ahogaba un poquito pero me aguante. Dijo después: “ahora te voy a coger esa hermosa boquita” y haciendo el movimiento empezó a sacar su verga de mi boca y volvía a meterla como si estuviera cogiendo mi panocha. Yo solo disfrutaba aquella perversión. Entonces la sacó y me dijo: “babéamela toda, es más, escúpela, quiero que la dejes resbalosa con tu saliva”. Hice lo que dijo y seguí succionando su glande fuertemente. La saqué de mi boquita, subí la vista para verlo y entonces dijo: “ya estuvo bueno, ven para acá, párate”. LLENANDO EL VACIO Me incorporé de pie frente a él. Inmediatamente me tomó de la cara con sus dos manos y me comenzó a besar mientras yo con la mano derecha le jalaba la verga. Me di cuenta que se la había dejada muy ensalivada y me dio risa. Me dio la vuelta y sentí como su verga rozaba mis nalgas. Me agarró las tetas y me dijo al oído “no sabes que ...