1. Relatos Eróticos: A Julia le gustaban los domingos


    Fecha: 01/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hetero Autor: solotulosabes, Fuente: CuentoRelatos

    A Julia le gustaban los domingos especialmente sus mañanas, algo poco frecuente entre las chicas de su edad, más dadas a dormir después salir toda la noche. No es que no le gustase salir, al fin y al cabo tenía 27 años, pero también le gustaba la sensación de levantarse, y contemplar el mar desde la ventana de su apartamento, con una taza de café caliente en las manos. Julia sabía que era una privilegiada con respecto a muchos jóvenes de su edad, había recibido una buena educación primero en los mejores colegíos de su ciudad y después en una buena universidad de la capital. La genética también había sido benevolente con ella, no es que fuese una belleza escultural, pero sus ojos marrón verdoso y su media melena color azabache, ya habían roto algún corazón, entre ellos el del hijo de Susana, una antigua compañera de clase de su madre. Quién le iba a decir a ella, que sería precisamente Susana, quien le presentaría a Luis. Susana ya no era santo de devoción de su madre, si se enteraba de aquello la odiaría de por vida. Mientras sorbía el café y su vista se perdía en el mar, pensaba en todo aquello, sus padres la tenían por una chica revolucionaria y rebelde. Ella sabía que no era así, ni pretendía ni quería revolucionar nada, solo quería escoger en cada momento la opciones que la vida le iba ofreciendo. A su edad su madre ya se había casado con su padre, los dos recién licenciados en derecho de echo se habían conocido en la facultad, pero ella nunca había ejercido. Su madre se ...
    ... llamaba Julia, como ella, a sus 51 años era una mujer feliz era la matriarca de la familia y un referente del círculo social en que se movía. Su padre un abogado de éxito, preocupado por los negocios y en mantener el alto ritmo de vida de la familia. Julia era consciente que ciertos lujos se los podía permitir gracias, a algún ingreso extra de su padre y a que no pagaba un duro por aquel pequeño apartamento, por eso nunca se quejaba, ni cuando las cosas no salían como ella quería, tenía muchas amigas que no podían ni platearse salir de casa de sus padres con lo que ganaban, y aun así no llegaban a final de mes. A pesar de ello, no quería ser como su madre, ya había tenido algún novio que hubiese encajado perfectamente en aquel universo pequeño burgués de provincias. Como Rafa un recién licenciado en ADE de buena familia, con el que había durado poco menos de un año, en ese periodo de tiempo, Julia ya se percatado de que el objetivo en la vida de Rafa era la posición social, hasta cuando follaban tenían que hacerlo según el protocolo. Solo follaban en días señalados como sábados y vísperas de festivos, eso sí, siempre después de una cena romántica en la que Rafa no paraba usar palabras como viabilidad, emprendimiento o valor añadido, justo esas palabras que una chica necesita oír para mojar sus bragas. Después acaba en un hotel abierta de piernas con el encima bombeándola como si estuviese hinchando un balón. Un día Julia le insinuó que le comiera el coño, aquella insinuación ...
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