1. Relatos Eróticos: A Julia le gustaban los domingos


    Fecha: 01/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hetero Autor: solotulosabes, Fuente: CuentoRelatos

    ... tuvo dos consecuencias, una buena y otra mala, la mala es que la lengua de Rafa le dejo insensible el clítoris toda la noche, y la buena es que a los pocos días Rafa la dejo. Con el tiempo, supo que aquella petición no fue del agrado de su ex novio, la futura madre de sus hijos no debería tener unos deseos tan lujuriosos como aquellos. Por supuesto no todas sus parejas habían sido iguales, aun así por las prisas propias de su juventud y la de sus amantes, no le habían permitido disfrutar plenamente del sexo. Con Luis todo era distinto, sabía que aquella relación era imposible que se mantuviese en el tiempo, ambos lo sabían aunque nunca se lo habían confesado, pero cuando follaban sabían que aquella podía ser la última. Sus sesiones de sexo no tenían hoja de ruta, no seguían el ceremonial de cortejo, calentamiento, clímax. La primera vez que follaron casi se corrieron con los abrigos puestos, y tras una breve cita en un bar en el que no estuvieron más 15 minutos, se fueron a su apartamento. A Julia le gustaba llevarlo al límite y parar de repente solo para oírle decir “eres una hija de puta, siempre me haces lo mismo”, después se sentaba encima clavándose la polla, pegándose todo lo que podía para sentirlo dentro, mientras su lengua se perdía en la boca de aquel hombre de 50 años, que había sido compañero de colegio de su madre. Por supuesto nunca tuvo que ...
    ... insinuarle nada, desde el primer día, Luis parecía que sabía lo que ella deseaba que le hiciese en cada momento. Un breve cruce de miradas, y poco después, la lengua de Luis recorría su pubis inventando todas las diabluras posibles en su sexo, aquello era el preludio de un brutal orgasmo y el inicio de una sesión de sexo donde ambos se entregaban al placer durante horas. Julia observo su reflejo en la ventana vestida con su vieja camiseta de los Guns N' Roses y unas braguitas blancas, tras ella Luis observándola desnudo sobre la cama. Se dio la vuelta y sentó en borde de la cama, con su dedo índice recorrió el pubis depilado de Luis, ella misma se lo había depilado la noche anterior, el tacto era suave, y su dedo se deslizo con facilidad desde el abdomen hasta el inicio de su polla, siguió subiendo por el tronco de su miembro, dibujando aquellas gruesas sus venas con la yema de su dedo hasta llegar al inicio del capullo, sobre esa delicada piel paso el borde de su uña bajo la atenta mirada del compañero de clase de su madre. Las campanas de la Iglesia de la Colegiata repicaban llamando a los feligreses a acudir a misa de 12, las voces de los primeros clientes de los bares del casco viejo empezaban a oírse mientras Julia acariciaba la polla de un hombre que casi la doblaba en edad, tenían todo el domingo para ellos y aquel iba a ser el primer polvo de la mañana. 
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