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Por unas copas de más de mi sobrino
Fecha: 03/01/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Erospopuli, Fuente: CuentoRelatos
... llegaron con el tiempo justo de cenar. Mi Pepe se vistió deprisa y con un beso nos despidió a ambos ordenando cariñosamente a Juanito que se durmiera pronto para poder gozar de las fiestas que se aproximaban y estar en forma para María; esto último lo dijo con un guiño de ojo. Me sentí feliz con mi Pepe, era todo un padrazo o aún mejor, un amigo de mi sobrino. Quedamos solos tomando un poleo. Juanito me pidió perdón por las molestias que le había ocasionado la noche anterior, entre risas mutuas le conté su actuación a excepción de lo de la cama. Le pregunté por María y se puso colorado pero poco a poco fue confesándome lo que yo ya sabía. Necesitaba mi consejo y como yo le escuchaba tan bien me soltó: - Me vas a perdonar y por favor no se lo digas a mi tío, pero anoche con la borrachera tuve un sueño muy extraño. Soñé que me acostaba con María y la dejaba embarazada, mientras hacíamos el amor su cuerpo ya estaba de siete meses y sus pechos y su tripa eran enormes.- Se quedó en silencio y entrecortadamente siguió: -Pero la cara era tuya, ¡Tía perdóname! Se agarró a mi cuello gimoteando que aquello le pasaba por beber tanto y porque me quería mucho. Me besó en la cara, el cuello y en el escote de la bata. Yo le apreté contra mis senos mientras le decía que no se preocupara, que eso le pasaba por que cariño y que yo le quería como a un hijo. Mi escote se abrió aún más entre suspiros. El seguía besándome el canal de las tetas calentándome de forma explosiva, me agité sin ...
... remedio lo que hizo que la bata se abriera totalmente poniendo al descubierto mis grandes melones embutidos en un ligero camisón transparente. Juanito siguió besándome los pechos entre te quieros mutuos. No pude más y apreté su cabeza contra mis pezones endurecidos a través de la fina tela. Juanillo se aplicó a chupar alternativamente mis gordas tetas mientras con su mano me agarraba de un carrillo del culo apretándome contra el paquete de sus vaqueros. Me hice la estrecha y separándome de él me le quedé mirando. El bajó la cabeza hasta mis melones mojados a través del camisón, al momento volvió a hundir su cabeza entre mis pechos mientras me pedía perdón por su comportamiento. Yo le soltaba un rollo sobre las chicas mientras él me embelesaba con su timidez pidiéndome que le enseñara a hacer el amor. Decía que no podía contenerse y que le ayudara. Me lo decía con lágrimas en los ojos mientras me contaba cómo se excitaba sin poderse controlar con mi presencia. Me hice la dura pero por dentro estaba temblando de emoción, deseando decirle lo que había sucedido la noche anterior. No pude continuar con el engaño, así que haciéndole prometer que nada de lo pasara se lo contaría jamás a nadie, me comprometí a enseñarle a follar y a calmar su excitación. Le levanté del sofá y me lo llevé a su habitación como a un corderillo. Me quité la bata y le bajé los pantalones. Su polla se levantó erguida como un resorte, el seguía con la cabeza de baja, los dos de pie pero el muy pillo me descubrió ...