Historias de oficina (21)
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
Capítulo 21 (Desesperación y fe) Tire de la cadena, pero nuevamente me daba cuenta de que era una acción inútil. Mi mano estaba cubierta de mi propia saliva, por más que la escupiera una y mil veces la argolla de acero jamás zafaría por ahí. Reconstruí la persecución en el edificio de Eva, sorprendiéndome de lo mucho que había cambiado mi actitud ¿En qué momento habría pensado que podría empuñar un arma? Mucho menos apuntar a alguien. Seguía teniendo mi propia habitación, un colchón tirado en el suelo era mi cama principal, algunas cobijas, un pequeño baño y por supuesto mi amiga la cadena que estaba atada a una estaca que se hundía en la pared. El tiempo pasaba poco a poco mientras intentaba encontrar una forma de controlar la situación, logre sentirme en más de una vez una completa inútil. Si Michael estuviera conmigo seguramente ya habría encontrado la forma de escaparnos, avisar a Víctor y de paso eliminar a Sara. Debería esperar, la solución a todo esto llegaría con el tiempo o al menos así rogaba. La pesada puerta de acero se abrió de forma escandalosa, retrocedí asustada… falsa alarma era la misma chica de antes. Solo que ahora estaba acompañada por un fuerte hematoma sobre su ojo derecho y un corte sobre su labio inferior. - Hola – comento acercándose – ¿Necesitas algo? —Que pregunta más estúpida. Si, salir de acá. —Qué respuesta más egoísta –Comento con una voz quebrada– Yo también me quiero ir ¿sabes? No eres la única persona que está sufriendo en el mundo. Su ...
... contestación me había golpeado duro, tenía razón ella no era el enemigo. Era simplemente una de las tantas personas que había caído en esta situación de mierda. Se acercó a mí sentándose sobre mi colchón. —¿Cómo te llamas? –pregunto con un hilo de voz. —Mariza Márquez ¿y tú? —Sofía Garica. —Perdóname por llamarte estúpida. Supongo que debe ser que estoy aterrada. —No te preocupes, te entiendo. Pelirroja y con la cara llena de pecas me recordaba a Halle solamente que ella tenía ojos cafés, su cabello totalmente lacio llegaba casi hasta sus hombros. Lo único que arruinaba tan lindo rostro eran los golpes que tenía. —¿Qué te paso en el rostro? —Bueno… te escapaste y me golpearon por permitirlo. —Lo lamento mucho –bajo la mirada, imagino que no me decía lo que pasaba por su mente– Esto se va a terminar, te lo prometo. —¿De verdad? Que alegría, gracias por decírmelo –comento irónica. —¡Te lo juro! De verdad… todos estos hombres van a morir –susurre– ¿Sabes quién es Víctor Vask? Un ruido se escuchó, la puerta se abrió. Sentí la mirada poderosa de Sara, sonría contenta mientras desenfundaba su arma. Apunto a Sofia. —¡Tu! Ven –ordeno con vos poderosa. —No –Comento con vos quebrada, escondiendo su cabeza contra mi hombro– ¡Yo no hice nada! —¡De pie! Sofía dudo unos segundos, pero al no tener la más mínima opción obedeció. Se acercó temerosa y muy lentamente. Sara levanto la mano y le acaricio el rostro. —Eres muy bella, lastima por esos golpes –comento sin mostrar ninguna emoción– ¿Quién ...