El Chantaje
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... se la metió entera en la boca; comenzó a chuparla cuidadosamente. Leo cerró los ojos y volvió la cabeza hacia atrás a la vez que soltaba pequeños suspiros de placer en ocasiones. Volví la mirada hacia las otras dos chicas. Una de ellas, que no estaba muy cachonda, ya se estaba masturbando su coño viendo la escena mientras le decía a la otra: "Me estoy poniendo muy cachonda, Jessi". "Yo también". Y acto seguido juntaron sus bocas y entrelazaron sus lenguas mientras se acariciaban los senos mutuamente. Mi instinto malévolo se activó. Mar, la presidenta, ¡estaba casada!. Si esto se supiese, el escándalo sería mundial, supongo que perdería la empresa, a su marido, y el respeto... y con lo cachonda que estaba no podía desperdiciar la ocasión de follármela, y con premio doble extra por las dos muchachas que la acompañaban. Ideé un plan que no tenía por qué ser muy difícil. Cuando ya lo había pensado abrí de golpe la puerta. Se me quedaron mirando todos, semidesnudos, y con la polla del otro empinada. Con tono irónico y caminando por el despacho largué mi discurso: "Vaya, vaya, vaya... Así que no sabía yo que además de puta en los negocios, despidiendo empleados; es usted puta de verdad". "¿Cómo se atreve?. Lárguese, esto no le incumbe" me replicó Mar. "Claro que incumbe. Incumbe a todo aquel que sepa que está CASADA y se está tirando a sus amiguitos ¿eh?" respondí. El tal Leo venía hacia mí dispuesto a pegarme una somanta de puñetazos, pero apuré a decir: "Tranquilo amigo. Llevo ...
... cinco minutos espiando fuera, y he sacado unas fotos de vuestras bonitas reuniones (era falso. Aún así llevaba mi móvil con cámara en el bolsillo por si acaso, ya que todavía estaban semidesnudos), las he llevado a mi coche y están guardaditas. Ahora he subido aquí y pretendo negociar mi despido. Supongo que se acordará de mí ¿eh, zorra de mierda?". "Leo, siéntate. ¿Y como negocio yo con usted ese despido y como sé que tiene esas fotos?". "Lo de si yo tengo esas fotos lo dejo a su decisión: yo me podría ir por esa puerta y mañana podría o no podría ser presidenta. El negocio del despido comienza cuando saque un talón bancario. De lo contrario... ya sabe." "No te arriesgues Mar. Dale pasta a este cabrón para que muera el asunto" dijo aquella que oí que se llamaba Jessica. "Está bien. Venga". Se sentó en una mesa y comenzamos a negociar una "módica" cantidad. Logré despellejarla por completo... Tomé el talón. "Ahí lo tiene. Ahora tráigame esas fotos. Pero... un momento ¡espere!." dijo Mar. Habló con un guarda de seguridad de la puerta principal del edificio y le ordenó que me "acompañara" para evitar que me escapase. Eso truncó un poco mi plan. Entonces le dije a Mar que no le comentase nada de mí al guarda para que no se quedase con cuál era mi coche; que si no, ya sabía que todo podía volverse en su contra. Por eso se limitó decirle al guardia que me acompañara al coche asegurándole que era por pura cortesía. Fui al coche y escondí el talón bancario. Me adentré en el solitario ...