v) El día a día
Fecha: 07/01/2018,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... -¡Ohh! Sí, mi Oliver, cuanto placer mi amor. -escupió sobre mis testículos y los encerró en la mano para acariciarlos, era todo tan suave y delicioso. Ya tenía dura la verga, mi cuerpo respondía a sus caricias y toques, entregado sin hacer nada para impedirle que hiciera lo que deseara, al revés, esto me agradaba y de mi polla manaban los líquidos que mojaban las sábanas, facilitando el deslizarse para continuar hinchándose sintiéndola en mi abdomen. Llevé las manos a mis nalgas para abrirlas más y que pudiera besarme y meterme la lengua en el ano, ¡ohh! sí, ahora podía lamerme y besarme todo, notaba su lengua húmeda, maravillosa, apretando queriendo entrar y volviendo a ensalivar para pasarla una y otra vez llevándome a la locura celestial. ¡Ummmm! tu lenguita, la siento rica, métela amor, come mi culito que es tuyo mi vida. -apretaba para que se me abriera el ano y pudiera meterla. Volví la cabeza para me besara en la boca y abrí los ojos, allí tenía a mi Óliver, totalmente desnudo con su tremenda verga muy tiesa para perforarme el ansioso culito, que temblaba emocionado adelantado a la alegría que le iba a dar la polla de mi hermano. Colocó la verga en la raja y se apoyó para besarme como yo deseaba mordiéndome los labios para comérmelos. -Date la vuelta putito, aún no has recibido bastante. -me volví rápidamente con las piernas abiertas. Se inclinó y ahora comenzó a chuparme la polla. Yo me retorcía musitando cosas incoherentes y sin sentido, delirando de gozo cuando se ...
... metía la verga hasta el fondo de la boca. Alguien le había enseñado en su viaje, venía como un hombre diferente, sabiendo dar placer a su hembra antes de dominarla y dejarla marcada con la semilla del macho. Succionaba queriendo extraerme las entrañas por la uretra, de una manera deliciosa y volvía a cogerme los testículos y lamerlos, me hacía feliz como nunca. No me pude aguantar y entre temblores eyaculé llenándole la boca de semen, para él fue una sorpresa y sacándose mi verga colocó la boca en la mía dejando salir toda la leche que contenía. -Trágate tu leche putito, es tuya y te gusta. -la degusté y me sabía deliciosa. -Ahora colócate bien, de rodillas, te voy a dar la verga como pedías. -mientras me colocaba vi su polla deseosa de penetrarme, su pre semen le salía chorreante hasta la cama, me hubiera gustado mamarlo pero solo obedecía a mi macho. Me apartó las piernas para colocarse entre ellas, bajé un poco el culo y me enchufo el glande en el hoyito sin meterla, con un empujón seco comenzó a entrar en mi sin causarme dolor, estaba tan dilatado que podría haber aceptado una verga de caballo y lance un hondo gemido de placer. Entonces vi unas piernas asomando por encima de la cama, levanté la cabeza que tenía sobre el colchón y allí estaba Rafi, desnudo y con su verga en la mano masturbándola, no podía llevar mucho tiempo o yo no me había dado cuenta, pero seguro que Óliver lo había visto. -Os escuchaba y no me pude aguantar. -no necesitaba disculparse, yo quería mamar ...