Preámbulos fiesta fin de año 2016
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... marido tuve lo que nunca, varios orgasmos juntos. Que gozada. Pero ellos dos seguían follándome de forma enérgica, con mucho ímpetu. Que aguante que tenían eran inhumanos. Mi respiración, aunque trataba de que fuera normal, empezó a hinchar mi pecho, otra vez me venía como una oleada, Juan la verme así se acercó, agarre su cabeza y lo atraje hacia mí, para que nos besáramos y que sintiera mi nuevo orgasmo besándonos. Lo que me enardeció al límite, fue el sentir de la manera tan fiera como la que demostraron al correrse, sus arremetidas fueron descomunales, hasta sentir como si me abrieran completamente y volviendo a provocarme varios orgasmos seguidos. No supe el número de orgasmos que tuve en ese tiempo. Me ayudaron a levantarme y me costaba mantenerme de pie, no me quería sentar en ningún sitio porque por abajo parecía una fuente. Me di cuenta de la gran erección de mi marido, parecía que su rabo era mayor que otras veces, me agaché y le hice una mamada y no me aguanto mucho, sentí su corrida en mi boca al momento de empezar. Corriéndose más abundantemente que otras veces. Agarré mi vestido y mi tanga, les dije que ahora bajaba, me quería asear un poco para no manchar al sentarme. Al llegar a la planta de arriba, se oía un concierto de gemidos por todas partes. Estaba en el aseo de mi habitación, sentada en el bidet lavándome, empecé a pensar sobre lo que acababa de suceder y no me lo creía, aunque estaba tranquila ya que mi marido se lo había pasado bien. Lo curioso es que ...
... otra mujer estaría rendida, deshecha, pero yo estaba necesitada de mas, bajaría rápido para seguir con mi noche especial. Oí abrirse la puerta de la habitación, creía que era Juan y le dije que estaba en el baño. La puerta del aseo que estaba entornada se abrió del todo y me quede confundida, pero a la vez embobada al ver desnudo al Rober. Me había olvidado de él, tenía una erección descomunal y si me llamo la atención el grosor de su rabo, que tampoco estaba nada mal de longitud, lo que me dejo “ojiplatica”, fue el tamaño de sus testículos, parecían los de un toro y al moverse el, el movimiento que hacían era morboso. Le hice una pregunta de lo más tonta que salió sin saber porque lo hice, le pregunté qué hacía aquí. Yo creo que lo dije porque en mi subconsciente sabia, que no podía mantener relaciones con nadie si no estaba Juan, salvo que él lo supiera antes, así lo habíamos acordado desde que conocimos a Carlos. Rober me respondió de una manera que no le pegaba con esa cara de buen crio que tenía, esa cara dulce. Pues que voy a hacer aquí, vengo a follarte, que me tienes cachondo toda la noche. El chaval se acercó hasta donde yo estaba y deje de lavarme, para coger con mis dos manos semejante rabo y darle lo que venía buscando. Que gusto me dio tocar esos testículos inmensos que tenía, le pregunte si se había corrido ya o todavía esta llenito. El acariciando mi cabeza me dijo que se había estado reservando y aguantándose para dármelo todo a mí, que era más puta de lo que ...