Preámbulos fiesta fin de año 2016
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... me prestaron mucha atención, mi idea era hacer una fiesta para fin de año con más parejas. Los dos se quedaron callados y Juan le puso la pega de cómo íbamos a seleccionar a esas parejas, que no podía ser, porque poner un anuncio no era plan. La diferencia es que esta vez yo tenía pensado todo. La segunda parte de mi idea era la planificación, que consistía y así lo dije, que yo elegiría el sitio y Carlos se encargaría de seleccionar las parejas adecuadas. La mirada de Carlos me apoyaba estaba claro y esperaba para ver por donde respiraba mi marido. Juan algo vacilante le pregunto a Carlos por mi idea y su contestación no me defraudo. Le había parecido bien mi idea y que el aceptaba el reto. Juan resignado pregunto que como seria y empezamos a ver cómo podía ser. Carlos necesitaba saber cuanto antes el lugar para poder saber a cuantas parejas se podía invitar. Juan salto de inmediato y pidió que tampoco fuéramos una multitud. Yo le tranquilicé y dije el sitio, un lugar en Galicia y la zona exacta no la diré. Mi marido salto otra vez, la familia iba allí todos los veranos, nuevamente le tuve que tranquilizar y le dije que no sería en la casa que sus padres y hermanos usaban. Le explique la casa que era y me dijo que eso había que avisar antes, que no… no le deje continuar y le dije que ya lo había hablado con la dueña, con la posibilidad de pasar allí el fin de año con más amigos, pero solo la posibilidad, Juan frunció el ceño, el precio era muy asequible y le dije a Carlos ...
... que en total había 12 habitaciones. Lo único que nosotros tendríamos que hacernos todo. Juan levanto los brazos, diciendo que se rendía. Carlos nos dijo que era un buen numero, 10 parejas. Le pregunte qué porque 10 y no 11, nos dijo porque ya había pensado en un amigo suyo de confianza y que no nos diría más. Carlos nos fue preguntando sobre cómo nos gustarían las otras parejas, para saber bien como elegir. Tanto Juan como yo, además de lo típico de que sean agradables, que no estén mal, por lo menos pasables, pero lo más importante para nosotros, que por lo menos fueran personas con las que se pudieran conversar. Porque se suponía que no estaríamos todo el día dándole a la bandurria. Juan se levantó según el para ir al servicio, pero bien sabía yo que era para fumarse a escondidas un cigarro. Fue cuando Carlos me sorprendió, porque me pregunto qué me pasaba, que soltara lo que no me atreví a soltar. Me había pillado, no sé cómo, pero el tío lo intuyo. Le conté que igual como le conocimos a él, había un chico muy joven que llevaba hablando con el mucho tiempo y que la verdad no me importaría que viniera también, aunque no sabía si era en realidad todo lo que decía ser. Después de muchas explicaciones me pregunto si por casualidad no se llamaba Rober, noté como me subieron los colores, otra vez me cogió por sorpresa, le dije si con la cabeza. Me dijo que le caía muy bien porque era bastante parecido a él, cuando tenía su edad. Que ya habían conversado y que se lo propondría. Que ...