Preámbulos fiesta fin de año 2016
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... me estaba masturbando y dándome un placer divino. Cuando llegue a desayunar, había comentarios y risas para todos los gustos. Estábamos solo las mujeres. El comentario en ese momento era el mismo, la energía de Aníbal y de Carlos, que bien temprano se habían ido a correr. Marta dijo que eso era porque ayer noche no gastaron energías y de forma irónica, Carmen mirándome a mi les dijo, ya os digo que si es por eso estaban equivocadas, porque se ejercitaron bien por la noche, preguntando varias que con quien, y ella dijo que se decía el pecado, pero no el pecador, llegando todas a pensar que había sido con ella. Yo me tomaba mi café sin decir nada y temiéndome que se me notara, aunque luego pensé que más daba que se me notara. Cosas de principiante. Yo ese día me quería reservar descansando ya que al día siguiente era el día 31 y suponía que sería una noche muy larga y jaleosa. Durante el paseo empezamos todos más o menos juntos, según caminábamos se fueron haciendo grupitos. Me di cuenta como Carmen hasta que no lo consiguió no paro, quedando emparejada conmigo y hablando de los sitios por dónde íbamos, yo le explicaba todo. Tonta no soy y me daba cuenta de que todo le daba igual y al final cambio la conversación, sacando lo de la noche anterior. Intente en un principio esquivar la conversación, pero la curiosidad me pudo. Me preguntaba por Aníbal y por Rober, porque a Carlos lo conocía de sobra. La conversación hacia que rememorar parte de lo de anoche, me pusiera algo ...
... caliente. Tenía la sensación de que quería saber algo más, esa era mi intuición. Que se vio confirmada cuando me soltó a bocajarro, que lo que más le gusto de lo que vio, fue verme a mí, que tenía muy buen cuerpo, una cara muy dulce y unos pechos muy bonitos. Me estaba tratando de camelar una tía y lo peor es que me estaba poniendo cachonda, pensar que le gustaba. Siguió diciéndome que era una imagen muy preciosa ver cómo me movía y que tenía un culito para azotarlo, para luego besarlo. Que ya más descarada, pero que descaro tan morboso. Quise provocarla y no me costaría, porque era decir la verdad. Le dije que ella sí que tenía buen cuerpo, porque yo creía que estaba mejor que yo y en vez de usar la palabra pechos hice lo que me decían estos sobre los míos, que decían todo el tiempo tetas. Ella me decía que no era para tanto y quise provocarla aún más. Diciéndole, que tenía unas tetas que a cualquiera le volverían loco o loca. Y más con esos pezones tan oscuros. Me estaba divirtiendo con ella, provocándola, quería que se pusiera cachonda y lo conseguí, pero detectar eso en su cara y su mirada hicieron que en contra de mi voluntad mi chocho se pusiera bien mojado. El tiro me salió por la culata. Comimos en un restaurante típico, que Juan había reservado con antelación. Durante la comida Carmen se sentó a mi lado. En varias ocasiones sentí su piel contra la mía, ya que llevábamos faldas. Me estaba sintiendo extraña, siempre me gusta que los hombres me miren, se fijen en mí, ...