Diego y su amiga trans.7 - Relatos Eróticos

Diego y su amiga trans.7

... cómo queriendo exitar ala bestia. Erika no se despertaba, pero él solo roce del orto de Diego se le fue poniendo dura de vuelta, ella seguía sin despertarse, Diego estaba súper excitado nuevamente, se pasó saliva por su agujerito para que regalara, por momentos la dureza de la poronga se trababa el el agujero insaciable de el. Diego sentía un calor en todo el cuerpo, no aguanto más Y puso a Erika boca arriba y se montó encima de esa terrible poronga que casi estaba al 100. Ahí se despertó Erika con Diego montándola. Su sonrisa mezcla de satisfacción e incredulidad, tomaba Diego de las caderas y ayudaba a los movimientos, Diego sentía como esa tranca le llegaba hasta las entrañas, cómo las dos pelotas de Erika pegaban en sus nalgas cuando el rebotaba, Erika ya estaba casi despabilada mientras disfrutaba como Diego se tragaba ese semejante monstruo. Llegó la quería hacer acabar así, agitaba su cuerpo cómo queriendo exorcizar la leche qué había dentro de Erika, Y así fue, Erika pego un alarido y si no de leche los intestinos de Diego. El seguía con su movimiento tratando de exprimir lo más posible el pomo de ...

... Erika, cuándo sentía que con su movimientos le bajaba la leche de dentro. El se masturbaba cómo queriendo bañar con sus escupitajos de leche el pecho de la travesti, pero ella puso la boca haciendo piquito y con voz gatuna arengó a Diego diciéndole acá papi la quiero acá en la boquita!!! Dámela papi!! Acá en la boquita!! Poneme tu poronga en la boquita papi!! Qué la nena se quiere tragar la lechita!! No sea malito papi!! La nena quiere que papi le llene la boquita de leche!! Esto a Diego lo enloquecía se incorporó y se tiró con su berga en la boca de la travesti y empezó a cogérsela, el se cogía la boca de ella sentía como la cabeza de su pija traspasaba la glotis más enloqueció y comenzó a escupir leche, ella se atragantaba, le salían lágrimas de los ojos y baba de las comisuras pero se tragó hasta la última gota de leche. Quedaron los dos tendidos una lado del otro completamente agitados. Qué despertar papi!! Exclamó ella. Te gustó, me preguntó el agitadicimo. Cuándo de reojo le pareció que había pasado alguien detrás de un árbol. Pero lejos de alarmarlo, lo exita, su sospecha era que el fisgón era Fabián.