La verga de Polo. Un relato de adolescente.
Fecha: 13/09/2017,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... de mi amigo, debería ser bienvenida entre nosotros, pues si lo que queríamos era otra verga en nuestra relación, lo mismo era que ella la aprovechara… o yo! No bien amaneció y ya estaba buscando su nombre en la guía telefónica. Lo encontré rápidamente y me felicité porque vivía a unas 10 calles de donde nosotros vivíamos. En ese mismo momento me vinieron a la mente las imágenes que yo guardaba de su verga y de las sensaciones que me provocaba en las manos, boca y especialmente en el fondo de mi culo…. Pero también dolor de la penetración. Lo llamé y me invitó a visitarlo esa misma tarde a su departamento. Cuando me despedí de Laura, me dio un apasionado beso y me dijo que no me detuviera en nada, que cualquier cosa que saliera de esta entrevista la íbamos a aprovechar para intensificar nuestra vida sexual y si lo convencía de que se la cogiera, que mejor, pero si al que quería cogerse era a mí, ella lo disfrutaría igualmente. Llegué puntualmente, me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla y un: “que gusto verte mi muchachito” . Con un vaso de whiskey en la mano. Nos pusimos al tanto de lo que había sucedido en aquellos años que no nos habíamos visto. Se levantó para ir al baño y yo lo seguí diciendo “un mexicano no mea solo”, como era costumbre decir y hacer de chiquillos. Quería verle la verga. Cuando nos regresamos a la sala, me miró a los ojos y me preguntó: “Fuiste a verme la verga verdad?” “Siempre he sido curioso, acuérdate”. “Y que te pareció?” “Igual que ...
... siempre, “Ya verás que no! …. Y tu visita tiene que ver con mi verga?” “Definitivamente sí” “A ver, cuéntame….” Lo puse al tanto de las inquietudes sexuales que teníamos Laura y yo y le dije abiertamente, que esperaba que él nos ayudara cogiéndosela. Para mi decepción, me confesó que hacía años se había declarado homosexual, que no le interesaban las mujeres, pero que sí le entusiasmaba revivir aquellos tiempos idos conmigo. Me levanté para despedirme y me besó en la boca diciéndome al oído lo mucho que le gustaría que la próxima vez que lo visitara, fuera porque había decidido tener algo con él. Llegué a casa, para encontrar a Laura desnuda, sobre la cama, tomando un trago y me preguntó: “Que tal te fue?” Entre besos y cachondeos, la puse al tanto de mi gestión y noté cuanto se calentaba cuando le dije que Polo quería coger conmigo. Cogimos intensamente entre sus insistencias de que fuera a verlo, le mamara la verga y me dejara coger. En ese momento le ofrecí que lo haría. Los siguientes días fueron iguales, quería saber cuándo iría, si le mamaría la verga y si dejaría que me la metiera. A todo le decía que sí y empecé a entusiasmarme con el proyecto. Finalmente decidí enfrentarme nuevamente a la idea de tener una verga metida en el culo y fui a verlo. El consabido whiskey se transformó en dos, lo que hizo que me preguntara si era para darme valor. Se sentó a mi lado, cogió mi mano y la puso en su muslo, cerca de su verga. Pude ver como un bulto se abría paso bajo su ropa y ...