1. La Cala


    Fecha: 13/01/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dijo- Con esas piernas y ese culo tan bonito te queda muy bien el tanga.Lo dijo con tal naturalidad que no sentí ningún pudor. Y siguió:- La lástima es que al ser tan morena se te queden tan marcadas las señales del sol. Quizá no deberías ponerte el bañador y dejarte el tanga para que no se te quede la señal....Mientras iba diciendo esto, ella se había quedado completamente desnuda. Yo me fijé en su cuerpo, bien torneado, aunque con un poco de sobrepeso quizá concentrado en la barriguita y el vientre. Al fijarme en su vientre observé un detalle en el que no había pensado mientras esbozaba mi plan mentalmente. Su rajita tenía el cabello rubio y bien recortado y afeitado. Eso me atrajo a la vez que me apesadumbró. Yo no me había cuidado de aquel detalle. Por suerte, al no haberme quitado el tanga aún, no se me había visto. Sus tetas, algo grandes, caían ligeramente si bien los pezones los tenía hacia arriba, como si estuvieran esperando una boca que los besara... Ella se dio cuenta de que la miraba y sin ningún pudor me preguntó:- Te gusto? Tu tienes mejor tipo que yo y como eres más alta... Pero yo estoy contenta con mi cuerpo. Me sirve para su fin principal que es proporcionar y proporcionarme placer. Quieres probarlo??Yo la escuchaba al tiempo que la miraba y al oir su ofrecimiento fue cuando pensé en lo que acababa de decir: "Proporcionar y proporcionarme placer..." Es algo en lo que nunca me había parado a pensar. Yo no me consideraba egoísta, y menos aún en lo sexual, ...
    ... pero sin embargo, hasta ahora no me había preocupado a priori de proporcionar placer. Me sentiría mal si la otra persona no lo hubiera sentido, pero no me había preocupado de antemano. Además, dicho de la forma que Meritxell lo había dicho, cabía incluso el proporcionar placer sin llegar a sentirlo tu misma.- Te apetece sentir el tacto de mi cuerpo Anna? No te preocupes, a mi no me importa.... Mírame si tan sólo te apetece mirar...Me agarró de la muñeca. Yo aún seguía sólo con mi tanga, y al sentir su mano sobre mi antebrazo sentí un cierto escalofrío por mi cuerpo. Ella sin embargo se cuidó mucho de que su tacto sólo fuera el preciso. Guió mi mano hasta su cintura y yo reaccioné posándola delicadamente. La otra, la izquierda, siguió su camino por su cuenta. Yo la miraba sin mirarla a sus ojos... No sabría si sería capaz de resistir su mirada por lo que deslizaba la mía desde sus pechos hasta su vientre... Mantenía una cierta distancia ya que no me apetecía sentir sus pechos sobre los míos.... Ella, quieta, cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás, en una posición de invitación que no fui capaz de rehusar, y comencé a acariciar su cuerpo con mis manos, hasta que de forma inconsciente me encontré acariciando su culo. Esto me hizo inclinarme ligeramente y encontrarme sus pechos frente a mi cara... Cerré los ojos y los besé, y al abrir los ojos nuevamente observé cómo sus pezones empezaban una erección endureciéndose... Me volví hacia ellos y empezé a besarlos con timidez, casi ...
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