1. Otro cuerpo - Felipe


    Fecha: 14/01/2018, Categorías: Infidelidad Autor: ByeByeTabu, Fuente: SexoSinTabues

    Despertar y estar en el cuerpo de tu pareja es difícil, pero más aún conocer secretos que te tenía a ti. Contiene Body-Swap, Gender-Bender, autosatisfacción y sexo oral. Antes de leer se recomienda el relato de esta saga http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-34348.html ___________________________________________________________________________________________ Yo soy Felipe, o ayer lo era. Esto es tan confuso. Esa maldita bruja que estaba en la feria me metió en el cuerpo de mi novia, si es que eso es posible y no me estoy volviendo loco. Cuando descubrí que no estaba en mi cuerpo (después de creer que era sólo un sueño), intenté desesperado buscar el mío propio, seguro que ahí estaba Maleen, y debíamos superar algo como pareja. Pero por más que iba de un lado a otro no la encontraba, por lo que decidí salir de casa, no sin antes reflexionar que debía aprovechar que tenía una vagina, así que para relajarme un momento fui al cuarto y comencé a acariciar mis pechos, aunque lo hacía muy duro y mi ropa me estorbaba, así que me desnudé y me tocaba suave desde el cuello hasta el ombligo, haciendo círculos alrededor de mis aureolas para después pasar a mis piernas poniendo ahora sí más fuerza y finalmente en mis muslos internos, donde al rozar suavemente la vagina me recorrió una descarga eléctrica que erizó mi piel y, si se puede aún más, mis pezones y clítoris. Estuve jugando con mis labios mayores e interiores hasta que logré estar suficientemente lubricada para meterme ...
    ... los dedos y QUÉ DELICIA; era una experiencia única que no podría explicar. Me hubiese gustado estar mucho más tiempo así, pero mi mano estaba acalambrada y recordé mi situación, por lo que salí (aún caliente) a la calle. Iba cruzando el parque que divide la casa de Maleen de la mía, pero al hacerlo me encontré con Kevin, un viejo amigo que le gusta salir a hacer deporte al aire libre; como iba con prisa no lo quise ni saludar, pero me alcanzó y me dijo que porqué corría. Al detenerme un momento fue como si mi perspectiva sobre él hubiese cambiado al cambiar mi cuerpo, pues no dejaba de ver sus músculos y me agradaba su sudor, haciendo que rápidamente volviera a excitarme. Yo: No puedo hablar mucho, debo llegar a casa. Kevin: Espero que no hayas olvidado las llaves esta vez; me topé a Ramón saliendo de ahí y me dijo que no iba a haber nadie, que si podía echar un ojo por si aparecías. En ese momento caí en cuenta que, efectivamente, no llevaba conmigo ni llaves, celular o cartera. No sabía qué rayos iba a hacer; sólo pensaba en encontrar un lugar seguro o un teléfono o algo. Kevin: Si quieres, puedes venir a mi casa por mientras llega alguien a la tuya; sabes que siempre nos divertimos. Esto último me sonó raro pero acepté. De camino allá me sentía incómodo, entre un cosquilleo en la vagina y una sensación de no estar haciendo lo correcto. Al llegar a su casa iba a tomar el teléfono, cuando él me tomó a mi por los brazos. Kevin: Por fin regresas, ya tenía un par de semanas ...
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