La pequeña diosa del sexo 4
Fecha: 13/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues
... hasta el fondo, sin detenerse, _”¡¡UUUUGGGGHHHHHHFFFFFFF!!, rugió Camila, de dolor y excitación, y arqueó el cuerpo en el proceso. Un fuerte olor a vagina inundó el ambiente. _”¡¡Oye tu!!. tráeme el celular”, me ordenó de forma cortante la niña. Yo obedecí calladito, esperando que la retribución posterior sea buena; mientras le llevaba su celular, la niña se acomodó sobre el cuerpo de mi novia, montándola, con un muslo de Camila sobre uno de sus hombros y las piernas medio encajadas como tijeras. Hilda me quitó el celular de las manos casi con enojo, tecleó algo y tiró el celular sobre la cama, me ordenó que me retirara 5 pasos atrás y que no hiciera nada hasta que ella me lo dijera. A los pocos segundos comenzó a sonar una canción de reggaetón, el ritmo era muy energético y la letra muy sucia. _”AAAYYY…AAAYYYY… uy que rico hijo de puta … dale que me estás metiendo… un pico por las nalgas… entiérramelo bien adentro… antes que venga mi marido …” cantaba una mujer, con tono quejumbroso y erótico, repitiendo el estribillo de la canción. Hilda, bien ensartada en mi novia, comenzó a bailar al ritmo de la canción. Moviendo las caderas de adelante hacia atrás, simulaba la penetración masculina pero, después, hacia presión con todo el peso de su cuerpo hacia adentro y variaba a un movimiento circular, mientras una de sus manos sujetaba la pierna de Camila, con la otra le masajeaba el clítoris y, finalmente, le lamía y mordía la piel del muslo de mi novia. Se levantó hasta casi ...
... sacar el dildo desde dentro de Camila y volvía a enterrárselo con golpes secos, fuertes y bien profundos que producían agudos grititos de dolor y de placer en ella, mientras se miraban una a la otra con lujuria, pasión y amor… nunca Camila me había mirado así, habría sentido celos, de no ser por la intensa paja que me estaba corriendo, que me tenía a punto de estallar. Era increíble ver a una niñita de 10 años, cabalgando medio a horcajadas a una mujer de 23, ambas hermosas para sus edades, con auténtica lascivia, olvidándose de mí, dándome un fogoso cuadro lésbico imposible de olvidar. _”¿Cómo te lo hago perrita, eh?. ÑGH, ÑGH, ÑGH…. ¿te gusta cómo se siente?. AGF,AGF,AGFFFF”, preguntaba entre pujidos y gemidos la muy zorrita. _”Si… ahhh, ahhh … me gusta”, susurraba Camila, con los ojos medio en blanco, la boca abierta y un hilillo de saliva cayendo desde su comisura izquierda _”¿Te lo hago mejor que tu novio, eh?. ¿Quién es mejor… quien te lo mete mas rico?. vamos dilo perra,… ¡DILO!. _”¡¡¡TÚÚÚÚÚÚÚÚÚ!!!, gritó destempladamente mi novia _”¡¡Dime que eres mi perra!!, … ¡¡dime que siempre lo serás!!. ¿¡ quien eres?!”, gritaba Hilda, mientras le daba unos fuertes abofeteadas al espléndido culo de Camila _”¡¡Tu perra… soy tu perra!!” _”¿¡Por cuanto tiempo!?”. _”¡¡ Por siempre, por siempre… soy tu puta… tu perra…!!” Con aquellos gritos la cogida comenzó a cambiar de tono. La canción comenzó a ser mas sucia y frenética, al igual que las clavadas que Hilda le daba a mi novia. Arriba, ...