La pequeña diosa del sexo 4
Fecha: 13/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: leo.leoncio, Fuente: SexoSinTabues
... abajo adentro, círculo, golpe adentro, afuera, arriba, abajo, adentro, círculo, golpe… así se movían las caderas de la niña sobre la concha de mi novia, sin olvidar que el dildo estaba también adentro de ella misma. _”Así hijoeputa… dame con tu vergota… me llenas hasta las tetas… uy que rica la tienes… dura, larga y gruesa… damemas fuerte para que grite como puta … si acaso mi marido viene… quiero que me vea sufrir con tu vergota…” rimaba la canción de fondo, mientras el cuerpo de Hilda se sincronizaba con el ritmo y lo implantaba en las caderas de Camila, que se acoplaba al ritmo e incluso comenzaba a tararear algunas letras. Se miraban, se sonreían, se gemían, se relamían los labios, se follaban, mujer contra mujer, hembra contra hembra, puta versus puta, a ver cual de las dos era la mas, la insaciable, la más perversa. _”Negro dame más y más y más… rápidoque me corro… mi marido ya viene, y tu estás bien adentro… si nos pilla, agárralo y zás, zás, zás pégale bien duro para que vea quien es mi macho para que vea quien me abre el culo” Y, con cada letra, con cada minuto que pasaba, Hilda forzaba más su musculatura y golpeaba con mas fuerza el interior de mi novia. Al cabo de unos 20 minutos, cuando mi novia ya lloraba de lo caliente que estaba, revolcándose entre las sábanas entre gemidos y sollozos, Hilda buscó su celular y se hizo una selfie, en primer plano su bello rostro sudado, rojo, congestionado, al borde del orgasmo y sonriente y, de fondo, mi novia, sobre la cama, ...
... llorosa, sudada y prácticamente destruida por el placer. Era hora del acto final. En un rápido movimiento, Hilda se salió desde la vagina, agarró el dildo con ambas manitos, apuntó y lo metió de un solo golpe en la rosa del ano de Camila quien, desprevenida, no tuvo opción de defenderse. Gritó como si la estuvieran matando a golpes, con tal fuerza que forzó sus cuerdas vocales y se quedó afónica. El juguete entró limpiamente, sin resistencia. Las caderitas de Hilda se movían hacia adentro y en círculos, mientras el ritmo de la canción se hacía más y más fuerte. _”Dale, dale, dale …ZÁS, ZÁS ZÁS que mi marido quede en el suelo llorando vuelve a mi culo abierto, negro rico (Hilda comenzó a darle cachetadas a la vagina de Camila, ésta chillaba y se retorcía) llenámelo con tu leche de vago dale y dale y dale ZÁS, ZÁS ZÁS (la niña empuñó su mano y se la enterró sin miramientos en la concha de mi novia, comenzando una doble penetración) dame rico papito soy tu hembra y soy tu puta… dejaré a mis hijos y a mi marido si me llenas de leche hasta la punta (la manito de Hilda se revolcaba dentro de la concha de Camila, mientras el dildo le golpeaba sin cesar los intestinos, ambas estaban a las puertas de sus respectivos orgasmos) dame rico hijo puta mal parido OHHH…OHHH ME CORRRO… ME CORRRROOOO … ME CORRRROOOOOHHHHHHH” Y al unísono con la canción, ambas putas gritaron con lo que les quedaba de voz hasta que sus gemidos se perdieron en un chillido ronco y en un sollozo de felicidad. Hilda ...