Fin de la tinta blanca
Fecha: 16/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Confesiones
Autor: DolceCaroline_, Fuente: CuentoRelatos
... nunca te lo comprarían, el valor es demasiado alto para ese lugar. A Martín le ha pasado lo mismo. Eres demasiado para él y no te ha sabido apreciar, de haberlo hecho no hubiese quedado con otra, pero tranquila que con el tiempo, el arrepentimiento le alcanzará. N: Eso espero... Estoy tan desilusionada, no me creo que esto sea verdad. Estoy muy mal, siento que he perdido mi tiempo, todo el verano. C: Eso tampoco cari, saquemos la parte buena, has empezado a romper mano como escritora, relatando vuestros encuentros. N: Si, de eso también quería hablaros, vosotras sabéis el tiempo que me ha llevado describir cada cita con él: encontrar las palabras adecuadas, darle ritmo y forma, me niego a que se queden en mi ordenador y el suyo. C y E: ¿Qué vas a hacer? N: Intentar venderlos a algún periódico, sé que son buenos. C: ¡Tía seguro que sí! ¡A mí me encantan! E: ¡Si si! ¡Son geniales! Los que mandaste por el grupo de WhatsApp nos gustaron a todas. ¡Martín va a flipar cuando sepa que todo el mundo puede leerlos! Ja ja ja. N: No sé si existe la justicia divina o el karma, pero voy a crear el concepto de justicia textual y contar mi experiencia con él. Que todo el mundo sepa el tipo de persona que es. C: ¿Con la tal Marta vas a hablar? ¿Le vas a mandar alguna captura de pantalla de tus mensajes con Martín en los que decía que tanto significabas para él? N: El cree que sí. Se lo he dicho para que se asuste, pero lo cierto es que no. Me da mucha pereza iniciar una guerra, si lo ...
... hiciera, probablemente él intentaría darle la vuelta a la historia para dejarme de mentirosa y loca. Además, eso de las capturas me parece de vengadora mediocre, yo prefiero publicar mi historia con él y que Marta la lea, seguro que se sentirá protagonista. Estoy segura que con ella habrá sido todo igual. C: Ja ja ja. Nadia eres la mejor. Creo que deberíamos irnos unos días contigo a Grecia y disfrutar los pocos días de verano que quedan. Mañana mismo saco mi billete, ¿Esmeralda te animas? E: ¡Por supuesto! N: Caris yo solo quiero llorar. Martín se ha ido… C: Entonces tienes dos opciones: quedarte en el funeral o celebrar que vuelves a ser la Nadia de siempre. N: No sé, solo llorar. E: Pues lo harás, pero en la playa de Mykonos, ya encontraremos a un griego corpulento para que te consuele. N: Pfff no caris, no. C: Nadia, te han dado una beca de doctorado en Atenas, la desilusión de ese hombre es lo mejor que te podía haber pasado, créeme. Lo mejor está por llegar, y la primera semana lo comprobaremos juntas. Nadia no tuvo otra alternativa, Carmen y Esmeralda llegaron un día antes a Atenas y la recibieron con una buena fiesta. Las tres fueron fieles a sus dos pecados capitales preferidos: la gula y la lujuria, aunque Nadia se acordaba de Martín. Se sentía perdida y ganada. Allí renació como una Afrodita saliendo de las aguas. Continuó siendo el prototipo de belleza y distinción que le caracterizaba. Una mujer vibrante, misteriosa que se contoneaba segura de sí misma como la femme que ...