Lucky, mi renacer...
Fecha: 17/01/2018,
Categorías:
Zoofilia
Autor: HABANA, Fuente: SexoSinTabues
... la mano hacia su funda. Note que no me gruñía ni nada… Tenía más miedo que deseos y créanme, estaba a mil. Siento como de tanto pasarle la mano, se le asoma la punta. Los líquidos suavemente se hacían notar, aunque no se le veía muy deseoso. Más bien quería seguir jugando, era incansable. Decidí insistir con más fuerza y lo masturbe por unos segundos hasta lograr que le saliera una parte de la pija que tanto deseaba sentir. El temor por ser visto no me permitía más de lo que había tenido el coraje de hacer. Aún quedaba una mano libre y con ella comencé a tocarme. Lucky solo hacía que respiraba fuerte con toda su lengua afuera. No se enteraba. Menudo cabrán, yo me reventaba de las ganas como una puta y el como si nada. Me senté arrecostado a la cisterna y me lo acerque más. Ya estaba a la altura de su pene. Con mucha incomodidad lo cargue y acomode con las patas delanteras a mi izquierda y las traseras a mi derecha. Las manos las usaba de igual manera, una para estimular al can, la otra para mí. Mi cuerpo no aguantaba mas, pero mi boca era la única con alcance al manjar. En la oscuridad e incomodidad del lugar avance hacia el casi totalmente asomado pene y por primera vez en meses volví a sentirlo. Lo había estado deseando desde siempre y quien ha estado en mi lugar sabe, no se desea a uno en particular, sino a cualquiera, al que venga. Trate de mantenerle la pija fuera de su funda mientras mamaba con frenesí esperando sus chorros. Me jalaba la mia como un loco. Supongo ...
... que estaría haciendo bastante ruido entre los arbustos, pero en esos minutos de gloria nada impediría que llegara a mi “destino”. Lucky, sin previo aviso, comenzó a disparar ráfagas de su leche. Era bien liquida, cortos chorros, pero muy repetidos. Estar en esa situación me puso más excitado aun y la velocidad con la que me pajeaba aumento. Sentía su enorme bola entre mis dedos, su semen, de sabor nuevo para mi en todo el rostro y en la boca. Pensaba en cómo sería ponerme a cuatro patas en ese preciso instante y toda esa imaginación, acompañada del tiempo que llevaba sin hacerlo, hizo que explotara en una corrida enorme. Me metí el trozo de Lucky en la boca una vez más para ahogar el grito de placer que me venía. Estaba en el paraíso. Mi nuevo amante intentaba limpiarse a lengüetazos, lo que hizo coincidir con mi boca. No tenía el mejor de los alientos, pero en ese momento el roce de su lengua con la mía era algo súper sexy. Y no importaba lo incompleto que aun podía estar. Faltaba la gran y esperada penetración, pero que más podía pedir? En apenas unos minutos había terminado todo. Estaba casi satisfecho, pero no era ese el mayor de mis problemas para entonces. Cuando decidí levantarme fue que reaccione. Estaba completamente mojado. Tenía mi camiseta empapada de la corrida del Lucky, así como partes embarradas de mi propia leche. Por dios! Me había venido completamente encima. Como voy a casa ahora? Bueno, un problema a la vez. Debía salir de ahí sin que me vean y ya luego ...