Historia de mi patrona
Fecha: 19/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ponerme de pie delate de ella, se metió mi chorreante polla en la boca y me empezó a hacer una maravillosa mamada, era lo único que me faltaba.Amparo.- Así mi amor, le decía a Andrés, toma los jugos de la puta de tu mujer, tómame con tu lengua, goza a tu hembra satisfecha, aplaca mi calor, necesito tu lengua, hazme una mamada de chocho que me deje los ojos en blanco, goza de tu puta, mientras yo me comeré esta polla, la mamaré hasta que me riegue la garganta, mientras tú no dejes de darme placer con tu lengua, ves cómo podemos disfrutar todos, ves cómo tú también puedes participar, ay qué feliz soy, cómo me hacéis gozar los dos.Cuando me la puso tiesa totalmente decidió que cambiáramos de postura, me pidió que me tumbara boca arriba en la cama, ella se sentó dándome la espalda y se la clavó en su chocho, quedamos de cara a Andrés, que metió la cabeza y lamía el clítoris de su mujer y mi polla según entraba y salía del chocho de su mujer. De cuando en cuando ella la cogía con su mano y la sacaba completamente de su chocho y se la daba a Andrés para que la mamara, decía.Amparo.- Chupa Andrés, dale tu sabor, es como si sintiera tu polla, es tu sabor el que siento en lo más profundo de mi cuerpo, es tu polla mi amor, tú me estas follando, tú eres mi hombre, dame más fuerte, así, ahora chúpala, pon tu saliva en ella así te siento, ay como te siento, mámame ahora me voy a correr, tengo tu polla en mi chocho y tu lengua en mi clítoris, es maravilloso, ay cómo te quiero, cómo os ...
... quiero a los dos.Desde esa noche los tres hicimos de todo, gocé del chocho de Amparo, del culo de Amparo y de la boca de los dos, un día Andrés me pido que se la metiera por el culo, pero eso es otra parte de esta historia de amor, en la que yo únicamente era el instrumento que a él le faltaba. Voy a contar una historia que es totalmente real. Esto sucedió hace muchos años, concretamente 38 años. Los nombres de las personas son reales, ya que todos los protagonistas excepto yo fallecieron. Tuve que trasladarme a trabajar a otra ciudad, concretamente Cádiz, en el sur de España. El dueño de la empresa donde iba a trabajar me buscó un lugar donde alojarme, era en casa de un antiguo empleado de su empresa, este hombre de unos 55 años había tenido un accidente laboral y se quedó postrado en una silla de ruedas, tenía el cuerpo paralizado de la cintura para abajo, de esta forma recibía una ayuda para poder vivir ya que la pensión que le había quedado no era suficiente. Tenía una casa muy bonita, era un piso que daba a un patio interior donde había una fuente y muchas plantas. Estaba casado con una mujer de unos 40 años, morena y rellenita sin ser gorda. Yo por entonces tenía 18 años, y era bastante inocente, los tiempos eran otros, no era nada fácil ligar y mucho menos llevarse una chica a la cama, salvo que fuera una puta, bueno el caso es que yo era virgen. El primer mes transcurrió sin nada de mención especial, Amparo, que así se llamaba la dueña de la casa, era muy cariñosa ...