Historia de mi patrona
Fecha: 19/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... conmigo, me trataba como al hijo que ellos no tuvieron, bueno eso decía, lo cierto es que se tomaba muchas confianzas, en algún momento demasiadas, pero yo era muy inocente. Una noche yo me sentí mal tenia fiebre y llamé a Amparo para que me diera una aspirina, ella vino a mi habitación con una bata de seda, me tocó la cabeza y arrimó su mejilla a mi frente para ver el calor que tenía, en ese instante su bata se escurrió y pude ver unas hermosas tetas, las tenía grandes y duras, yo automáticamente me empalme. Se fue a buscar alcohol para darme por el pecho con el fin de que me bajara la fiebre, yo me quedé desnudo totalmente dentro de la cama, al llegar me descubrió hasta la cintura y empezó a darme masajes con el alcohol por el pecho, su bata se escurría y dejaba que yo viera sus hermosas tetas, mi polla estaba como la pata de la mesa de dura y tiesa. Ella parecía no darse cuenta de lo que pasaba debajo de las sabanas, pero sí era consciente de que yo le estaba viendo las tetas, en un momento bajó la ropa de la cama para darme por el vientre, y se encontró con un rabo de un tamaño más que regular y mirando al cielo. Amparo.- Bueno de esta parte no puede decirse que estés muy mal, más bien yo diría que estas muy, pero que muy bien. Yo.- Perdona pero es que uno no es de piedra, y lo que estoy viendo tampoco esta nada mal.. Dije poniéndome colorado. Ella no solamente no se cubrió el pecho con la bata, sino que dejó que ésta se abriera aún más con lo que la visión que me ...
... ofrecía era más amplia, podía ver sus pechos y sus muslos. Amparo.- Con este aparato debes de volver locas a las chicas. Yo.- Qué más quisiera, esta todavía sin usar. Amparo.- Bueno eso ya lo solucionaremos cuando estés sin fiebre. Me dio una aspirina y se marchó a su dormitorio, no sin antes darme un beso cerca de mi boca, con su mano agarró mi polla y me dijo. Amparo._ Esto cuídamelo que ya tengo la solución para que se relaje, pero antes debes de ponerte bien y yo tengo que hacer una consulta. Si necesitas algo más me llamas. Se marchó a su cuarto. Al rato entre las friegas de alcohol y la aspirina me encontraba mejor, pero no podía dormirme estaba excitado por lo ocurrido, no entendía lo de la consulta, no comprendía qué era lo que tenia que consultar ni con quién, pero en el silencio de la noche oía que ella estaba hablando con su marido, su nombre era Andrés. Amparo.- Mira Andrés ésta puede ser la solución que hemos hablado en muchas ocasiones, y dentro de casa, tu podrías verlo y participar en lo que puedas, únicamente deberemos ser discretos, y José (ese era mi nombre) me parece discreto y dada su inocencia no creo que tengamos nada que temer. Yo no haré nada si no cuento con tu aprobación, pero debes de tener en cuenta mis sentimientos y necesidades, hace ya muchos años que vivimos en esta situación, y algún día tendremos que poner en practica lo que llevamos hablando tantas veces. Andrés.- Tienes razón Amparo, ya sé que lo hemos hablado muchas veces, pero comprenderás que ...