Historia de mi patrona
Fecha: 19/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... para mí esto es muy fuerte. Lo que sé seguro es que tú disfrutaras, y te quiero tanto que deseo que disfrutes, que no pierdas tu vida con un hombre que es paralítico e impotente, pero ignoro si yo disfrutaré viéndote, supongo que la única forma de averiguarlo es haciéndolo. La primera vez no quiero ver nada, sólo quiero saber que lo estas haciendo, después y en función de lo que sienta ya te diré si participo o no, lo que sí puedes tener presente es que quiero que tú disfrutes. Amparo.- Bueno si no lo soportas lo dejo, es mayor mi amor hacia ti que la necesidad que pueda tener. Pero estoy de acuerdo en que lo mejor es probarlo, y el momento puede ser esta noche. Si te parece voy a verle y a ver qué pasa. Andrés.- Bien pero si hacéis algo al menos quiero sentirlo, quiero oír como gozas. Yo no podía creer lo que esta escuchando, sus voces eran lo suficiente altas como para que yo lo oyera todo, mi calentura, no la fiebre, sino la que tenía en la entrepierna era descomunal, continuaba desnudo debajo de la ropa y ya no sentía nada más que mi polla. Me hice el dormido, y esperé. Amparo debió de ir al baño, sentía correr el agua, después supe que se estaba dando una ducha, preparándose para la batalla. Al rato apareció en mi habitación yo fingía estar dormido, sentí cómo se acercaba, el roce de la seda de su bata al desprenderse de ella, y como se metía desnuda en mi cama, se sitúo a mi espalda y se acercó hasta pegarse completamente, sus pechos apretaban mi espalda, el calor de ...
... su coño lo sentía en mi culo y su mano se deslizó hasta dar con mi polla, que estaba que daba brincos. En ese momento yo hice que me despertaba, me di la vuelta y antes de que pudiera decir nada su boca se pegó a la mía, su lengua entró hasta mi garganta, mis manos fueron una a sus tetas y la otra a su chocho, sentía sus sedosos pelos entre mis dedos, ella seguía con su mano en mi polla. Con su cuerpo empujó para situarse debajo de mí, yo no sé cómo fue pero al momento estaba encima de ella mi polla dentro de su chocho, nuestras bocas besándose y nuestras lenguas peleando, mis manos en su culo, apretando y las suyas en el mío apretando en la dirección contraria. Empezamos a movernos, yo sacaba mi polla hasta dejar solo dentro la puntita y en ese momento ella apretaba mi culo para clavarse nuevamente hasta juntar nuestros vellos, no duramos nada ella empezó a dar suspiros y a decir. Amparo.- Sigue mi vida, sigue, me corro, me corro, oh qué gusto, ay dame, dame más, ay qué gusto, ayyyy, me corro, toma mi orgasmo, ay cómo estoy gozando, cómo te siento, dame tu leche, inúndame, riégame, riega este chocho sediento, quiero que me inundes, ay, ya, ya. Su voz aumentaba de tono y de calor, supongo que era, además de que se estaba corriendo como una burra, para que Andrés la escuchara. Yo tampoco esta callado, me estaba corriendo, mi leche salía a borbotones, su chocho parecía que me estuviera ordeñando. Fue un polvo de locura, el primer polvo de mi vida, mi debut no podría haber sido ...