Estreno anal de mi amiga Esmeralda, de 16 años
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: EsteMex, Fuente: SexoSinTabues
... la misma reacción. -¿Algún problema con eso? -Pues no -dijo débilmente-, ya que estoy experimentando... Esa fue mi señal. Comencé a lamer, chupar y meter mi lengua hasta donde podía, haciéndola gemir súper fuerte, casi gritar. -¡Hmm! ¡Ahh! ¿Por qué se siente así? -¿Cómo? -le pregunté, apenas separándome de su agujerito para hablar y volviendo al ataque inmediatamente. -Tan... rico... como un cosquilleo... hmm... Bajó más la mitad superior de su cuerpo, pegando sus pechitos a la cama, saltando y levantando más el culo. Pasó sus manos hacia atrás y se separó más las nalgas, dándome mejor acceso a su agujerito. -Sí... sigue... Me pasé un largo rato ahí, con la boca entre sus nalgas, comiéndome sin parar su culito y haciéndola gemir y moverlo como desesperada. Su panocha estaba inundada y su culo bien dilatado. -Oye... -me dijo con voz baja, entre gemidos. -Dime. -¿Y si me... hmm... y si me metes algo ahí? -¿Cómo dices? -le pregunté, pasando una mano por debajo para acariciar su clítoris y lamiendo su anito con la punta de la lengua. Ella soltó una risa de satisfacción mezclada con un gemido. -Méteme algo, un dedo. Quiero saber cómo se siente tener algo adentro. Pensé en comenzar con el meñique, pero ya la había dilatado suficiente y mi lengua parecía entrar bien, así que le metí un poco la punta de mi dedo medio en la vagina para mojarlo con sus jugos, y sin previo aviso lo saqué y lo metí de golpe en su culo e hice un movimiento de meter y sacar, cogiéndola con mi dedo. Ella ...
... sólo gimió más fuerte y se aferró con fuerza a la cama. Estaba calientísima por dentro y apretaba demasiado mi dedo, pero aún así se deslizaba de adentro hacia afuera con facilidad. No tardé mucho en añadir un dedo más, abriéndole más el culo y masturbándome con la otra mano. Ya no aguantaba más; tenía que hacerla mía, y decidí que no la iba a tomar por la vagina primero de ninguna manera. Saqué mis dedos de golpe, y sentía como su culo se estiraba, como no dejándolos ir, y apoyé mi verga erecta entre sus nalgas. Ella entendió mi plan al instante; giró la cabeza y me miró, nerviosa pero ansiosa, abriéndose las nalgas todavía con las manos, sudada, rojita de las mejillas y jadeando. -Empieza despacito, ¿sí? -me dijo con voz baja. Un botón se activó dentro de mi al escucharla dispuesta. La tomé con firmeza de la cintura con ambas manos, puse la cabeza de mi verga en la entrada de su culito y empecé a empujar despacio. Era algo de otro mundo. Su culo se abría lentamente, dándole la bienvenida a mi miembro, como si se lo comiera con ansias. Era una delicia verlo en medio de esas nalgas, perdiéndose entre ellas y desapareciendo poco a poco dentro de ese pequeño agujerito. Esmeralda no paraba de gemir y jadear de dolor y placer a partes iguales; esperaba que me dijera que me detuviera, pero al parecer la curiosidad le ganaba y no se quejó ni una sola vez mientras era perforada de ese modo por primera vez. Me apretaba delicioso, y su interior estaba tan caliente que pensé que mi verga ...