1. Sorpresa de fin de vacaciones


    Fecha: 21/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tan descarado a lo mejor había suerte y le podía animar a que me diera un revolcón de final de vacaciones. Bueno, luego esas cosas las sueñas y no pasan, pero siempre me excita intentarlo. Esta vez no salió bien, porque una pareja que estaba detrás de mi en la cola me pasó por las buenas y se subió al taxi del chico. Con lo que me vi subiendo a otro taxi que era lo contrario. El conductor era un tío mayor, grueso y con cara de pocos amigos, que me miró de arriba abajo como si mirase a una puta. Mi ilusión en un pozo. Le di la dirección de mi piso y como hago siempre en los taxis me senté en el asiento de delante, al lado del conductor. A partir de ahí empezó la sorpresa. El tipo se quejó de que hacía mucho calor, a pesar de ser tan de mañana. Y al pasar delante de nosotros un grupo de chicas, me dijo: "Joder, no se si es por el calor y no haber dormido bien, o por las ropas que llevan las tías, estoy más salido que un mono. Como encontrase una puta de estas bien dispuesta con el rabo que tengo la iba a dejar servida". Yo hice una risita de circunstancias, porque el tipo no era nada atractivo y no sabía, con su cara de palo, si me estaba echando los tejos o todo lo contrario me quería decir que a él no le gustábamos los maricas. Entonces el tío me echó la mano al muslo izquierdo, cerca de la ingle y me dijo sin cortarse un pelo: "Con estas piernas sin pelos y esa ropa pareces más puta que las gallinas. Seguro que tienes el culo más visto que la Cibeles". Nueva risita mía y el ...
    ... tío ya lanzado: - Seguro que te habrán puesto buenos rabos estas vacaciones, maricona. ¿A que sí? Y buenas mamadas que habrás hecho. Habrá chorreado bien de leche por estos muslos. Seguro que a cuatro patas mueves el culo como las zorras. Unos buenos correazos me gustaría darte en las nalgas. Como mientras me decía eso me sobajeaba el muslo empecé a ponerme caliente y los pezones se me pusieron tiesos y se marcaron en el top. El tío se dio cuenta y me apretó un pezón entre los dedos. - Estás ya cachonda ¿eh, putona? Más te vas a poner cuando veas mi rabo. Seguro que no te han clavado muchos de estos. Mira esto, putona, que vas a chillar como una cerda cuando te folle. El tío, que debe andar ya por los sesenta años, se bajó la cremallera del pantalón y se sacó la polla. Yo no podía crear lo que estaba viendo, la polla estaba aún a medio subir y era inmensa, larga y gorda. Daba miedo pensar en cuando estuviera dura. En eso que el taxi se paró y me di cuenta de que estábamos en un sitio entre parque y descampado, no se dónde. Había parado el taxi entre un grupo de árboles y me cogió la cabeza con la mano y me hizo agacharme a chuparle la polla. - ¡Mámamela bien maricona! Quiero que me la pongas como un palo. Bueno, en un momento, en cuanto empecé a chupársela, la polla se puso dura y tan gruesa que no me entraba en la boca, tenía que lamerla alrededor con la lengua. Tenía más de un palmo de larga y gorda como mi muñeca. El tío me levantó la cabeza y me dio un beso a tornillo que ...