Cogiendo con mis primas
Fecha: 22/01/2018,
Categorías:
Incesto
Anal
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... ropa interior. Se volvía un poco más distante, pero no tenía otra alternativa que interactuar conmigo y creo que aunque yo era más grande que ella, pero por los años que me llevaba, pensó que nunca me atrevería y en este caso, de alguna manera extorsionarla. Llegó el día que quedamos solos en la casa, aunque muchas veces quedábamos solos, ella se mantenía siempre encerrada en su habitación, pero esta vez mirábamos una película y aunque en aquel momento mi madre se encontraba con nosotros, tuvo que salir de emergencia, en una de esas situaciones de emergencia que se daban para la organización que trabajaba. Me quedo solo con Isabel y veo que ella se siente incómoda o con mucha desconfianza de solo estar conmigo que de alguna manera intenta dar una excusa para retirarse a su habitación: ¡Me dio sueño! – me dijo. Y no sé como espontáneamente se me ocurrió y le dije con cierta malicia: ¿No quieres oler mis calzoncillos para que se te aleje el sueño? Creo que le cayó como un balde de agua fría y solo se limito a ofrecer otra vez disculpas sin mirarme al decirlo, pero antes que se alejara le dije lo siguiente, lo que la ató a una plática: - ¡Yo también quiero oler tus pantis! - ¿Qué dices? - Que yo quiero también oler tus pantis y quedamos… - Que quieres oler mis pantis… ¡Estas loco! - ¿Entonces estás loca vos por oler mis calzoncillos? Mira, si me das tus calzones, nadie sabrá lo que vos hacías con los míos… será nuestro secreto. - Si te doy uno de mis calzones, ¿quedamos en paz? ...
... - Sí, pero me tienes que dar el que llevas puesto. - Está bien te lo doy, déjame, me lo voy a ir a quitar. - No… -le dije. Quítatelo aquí. Vas a tu habitación y me puedes traer otro de tu cesto. Quiero ese que llevas ahorita. Isabel no lo piensa mucho y como siempre usa esos pantalones de mezclilla, no sé si lo hizo más por excitarme o por salir de la encrucijada y se desabrocha el pantalón, baja el cierre y veo que viste un bikini color naranja y cuando se ha despojado de su pantalón, con un movimiento bien femenino remueve su prenda intima y me la pone en la cara. Yo la tomo y la olfateo y ella solo me queda mirando y le pregunto: - ¿Queres oler mi verga? - ¿Qué? ¡Estas loco! - Bueno, eso es lo que imaginas cuando olfateabas mis calzoncillos. ¿Verdad? Bueno, yo también quiero oler tu panocha y será nuestro secreto. Nadie sabrá nada Isabel. - ¡Vos estás loco! - Los dos estamos locos. –le dije. Isabel esta desnuda de la cintura para abajo, arriba solamente tiene una camisa blanca con un brassier color naranja, yo la tomo y ella hace como que no está de acuerdo, pero no ofrece mucha oposición y la llevo al sillón de la sala y la recuesto y le abro las piernas. Su conchita tenía ese olor a sudor, ese que contiene las feromonas para volver a cualquier hombre loco. Ella me dice que le permita a darse una ducha, pero realmente yo no quiero esperar y ese olor natural es delicioso. Muchas mujeres sienten desconfianza en ofrecerse de esta manera y creen que el olor a jabón o a alguna ...