en el campo, a orilla del rio cogimos - Relatos Eróticos

en el campo, a orilla del rio cogimos

... se ve, lo repetimos, si parece en serio que te estoy cagando la pija, hay que verlo ampliado, que lindo, te gusta mi amor, si mi mujercita adorada. Me dice te gustaría un hijo nuestro, si total nadie sabe en el pueblo que soy tu hijo para todos soy tu hombre, también para mí lo eres, ambas cosas, mi hombre. Y tal como pensábamos su panza creció con mi crio adentro, estábamos felices, decidimos no destruir el rancho, era nuestro nidito de amor, una reliquia que usamos a menudo. Cuando llego del trabajo ella me muestra, mira que linda perita, para que, para lavarme el ojete y que cuando me lo uses no te ensucie la pija, viste que cuidadosa es tu hembra, eso e invitarme a que te encule es lo mismo, siiii mi amor deseo lo pruebes que pruebes todo lo que tenga para ofrecerte, además necesitaras usarlo cuando la babosa no pueda mas, ve lávatelo o lo hago yo, si me lo haces mi gozo será mayor. Le descargo tres peritas llenas de agua jabonosa y me dice cuidado que me cago y se descarga con una seguidilla de pedos, méteme dos más de agua sola y al descargarlas el agua sale limpia, listo aquí lo tienes y se abre sus cachas. Me la chupa y cuando está bien dura le digo con vaselina, no solo con mis jugos así siento más tu penetración, se la meto, ya está toda si, pues bombea con fuerza por el orto mis orgasmos tardan más, era mentira acabo dos veces y luego yo, su culo es un poema y ella sabe cuando cerrarlo, al entrar no aprieta, al salir lo cierra fuertemente parecería que desea ...

... estrujar la pija y que bien lo hace, una maravilla, al salir bien muertita y chorrear la leche me dice, conforme?, si y tu, también. Un día desde la casa vemos que cuatro chicos mochileros arman su pequeña carpa a orillas del rio, y que se desnudan y se van a bañar, juegan eran dos chicos y dos chicas, todos muy jóvenes ni tenían pendejos todavía, regresan y se encierran todos en la carpa, vemos su tela que se mueve, mama me dice deben estar cogiendo, y casi seguro y me dice nosotros somos tan viejos que miramos sin hacerlo, mami el embarazo te tiene alzada, no hijo tu me tienes alzada, recuerdas al estropajo de mujer, frígida y acabada, que reconociste en la panadería y mírame ahora la petisa más feliz y jovial del mundo, se levanta la pollera sin bombachas y me dice con esta panzota, se mira al espejo y dice me tengo que depilar, déjalo para después del parto, yo te chupo igual. Últimamente prefieres mas mis tetas que mi concha, no seas mala y se la mamo hasta hacerla acabar. No quiso ir al sanatorio, yo los parí a todos en mi cama, busca a la señora y si quieres quedarte podrás verme parir a nuestro hijo, ya sabíamos que seria varón. Ella con las piernas abiertas hace fuerza y grita y de a poco se abre la concha desmesuradamente y sale agua y una cosa roja con pelitos era su cabecita. Una cosa arrugada roja entre una grasa blanca con una negra verdosa tripa colgando salió de la concha de mi adorada, la señora le corta la tripa y lo baña el bebe llora como un marrano y la mama me ...