1. Fiesterita


    Fecha: 25/01/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... apareció una guacha con pinta de ir a quinto año del secundario, en calzones, en tetas y con un toco de ropa en los brazos, la que echó desganada en un cesto, y se sentó en un sillón frente a mí. Luly le rezongó: ¡hey guacha, andá a vestirte y ponéte a limpiar! Pero Aldana, que es su hermana la ignoró por completo. Luly me dio un mate y atendió la puerta por la que ingresaron tres flacos más. Javi, Rodri y Franco. Nos presentamos, pero antes de que alguno se siente ella sentenció: ¡che manga de forros, vallan a comprar birra, cigarrillos y algo para comer si quieren la fiestita! Los tres salieron al kiosquito del negro que quedaba a la vuelta, y ella, adivinando el desconcierto en mi rostro dijo: ¿creíste que ibas a estar solo pibito?, ¡hoy tengo ganas de que me la pongan por todos lados!, ¿te prendés? Se me sentó en la falda, me comió la boca, me masajeó el paquete y le dijo a su hermana que no paraba de mirar: ¡no sabés lo dura que la tiene putita, se te haría agua la concha! Se agachó, frotó sus tetas contra mis piernas, me abrió la bragueta y de un bocado mi verga se anidó en su paladar para que mi cuerpo vuele con sus majestuosas chupadas. De repente dijo sin detener su mamada: ¡dale Aldi, vení así me vés chupar una pija de verdad! La nena se acercó a curiosear sentada en el piso de piernas cruzadas soportando los manoseos de Luciana a sus tetas. Después Aldana me la tocó temblorosa, alcanzó a darle una lamidita, regresó a su sillón, y mientras fumaba un pucho se ...
    ... chupaba un dedito. Luciana volvió a lamer mi garrote carnal, hasta que se acercó a la piba y lamiéndole las tetas le decía nerviosa: ¡cuando vengan los pibes vos te quedás acá… pajeate si querés, pero venís cuando yo te diga!, y retornó a mamarme el pito con más furia que antes, al tiempo que iban entrando los tipos. Rodri y Franco pelaron las pijas al toque, y Luciana se arrodilló a mi lado arriba del sillón para pajearme mientras comenzaba a petearlos, haciendo charquitos de baba en el suelo de tanto escupirlas, gimiendo afiebrada, pegándose en la cara especialmente con la de Rodri, y repitiendo incesante: ¡quiero lechita! Pero se detuvo al ver que Javi le tocaba las tetas a Aldi. ¡mi hermanita se suma cuando yo digo pendejo, y vení que te la mamo! El pibe se anotó de inmediato. Luly estaba acechada por tres pijas que amenazaban con reventar en su piel mientras su boca subía y bajaba, tragaba entre arcadas y lamidas jadeantes, saboreaba y puteaba más que nada al Rodri por ser tan profundo en sus envestidas, cuando su mano me pajeaba y mis ojos se extraviaban debajo de la bombachita de Aldana que se colaba un dedito con los labios apretados y los pezones rojos. Luego Luly revoleó su remera, le dio un buen trago a una botella de vodka al natural que sacó de abajo del sillón, y en cuanto le enleché la mano que me seguía enardeciendo la garcha se la pasó por las tetas y se arrodilló para hacerles una turca a los pibes tras pedirles que se las escupan con todas sus fuerzas. En un ...
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