1. Internet y sus relaciones VII


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster

    ... instante y las dos mujeres quedarón en cueros, a excepción de la falda que María José aún conservaba alrededor de la cintura. La mamá miraba embobada el desnudo cuerpo de la joven, en especial su pubis totalmente depilado y abierto y la humedad que brillaba entre sus muslos y por ello tardó unos segundos en reaccionar cuando el Amo le ordenó que se quitase la prenda. Entonces, se bajó la cremallera de la falda y la dejó caer hasta los tobillos, para después recogerla y dejarla sobre el sillón donde descansaba el resto de su ropa. A pesar del miedo, la congoja y la preocupación que sentía, el coño de María José seguía chorreando desesperadamente y sus pezones delataban su estado de tremenda excitación. Eran reacciones que la abrumada mamá no conseguía entender, pero que no por ello dejaba de sentir. Aunque una parte de ella se revelaba contra todo aquello, otra se sentía incontrolablemente atraída a zambullirse en aquel pozo de sumisión y entrega, de placer y lujuria...La voz del Amo se alzó clara y autoritaria en aquel mar de zozobra...Ese coño tan poblado de pelos es inaceptable. Me gusta que mis perras estén bien depiladas. Tan pronto como te levantes mañana por la mañana te lo rasurarás por completo. Ya implementaremos un programa de depilación láser para dejartelo permanentemente lampiño.Señor –dijo la mamá preocupada- esperaba que mi sumisión a Usted no supusiese cambios permanentes. Mi marido podría sospechar algo.El Sr. Sotogrande le lanzó una mirada severa.A partir ...
    ... de este momento tienes prohibido utilizar la palabra "marido". Te referirás al hombre que vive en tu casa como "el cornudo", ¿está claro?Sí, Amo –aceptó María José, sintiendo una extraña excitación.¿Con qué frecuencia ve el cornudo tu coño? –preguntó el Sr. Sotogrande.No lo sé, Amo. Quizá una o dos veces al mes, cuando hacemos el amor.Reduce esas dos veces a cero.La mamá le miró desconcertadaPero... a veces... no me puedo negar siempreNo habrá sexo con el cornudo ¿está claro? –repitió el hombre en tono amenazadorSí, Amo. Lo que Usted ordene –aceptó la sumisa mamá, visiblemente intranquila.Ruth no podía creerse hasta qué punto el Sr. Sotogrande estaba tomando el control de la vida de María José del Valle. Jamás se hubiese imaginado a la mamá de su amiga sometiendose de una forma tan brutal.¿Has tenido alguna vez sexo con otra mujer? –preguntó el Sr. SotograndeNo, Amo –respondió rauda María José.¿Has fantaseado con tenerlo?La cara de la mamá se tornó roja como un tomate. Durante la última semana había leído escenas de sexo entre mujeres y había llegado a excitarse mucho con ellas, algo que nunca antes le había pasado por la cabeza. Miró el cuerpo desnudo de Ruth, tan joven, tan terso. No hacía falta ser adivina para imaginarse las intenciones del Amo. Era humillante, pero a pesar de ello su cuerpo temblaba con anticipación. Finalmente, admitió sus fantasías.Sí, Amo –dijo- alguna vez.Bueno, pues es el momento de hacer realidad esas fantasías. Aproximate a Ruth y comienza a lamer ...