María José, dos semanas de sexo. - Relatos Eróticos

María José, dos semanas de sexo.

... con una amplia sonrisa, susurrándome: -Falta el beso para que me despierte totalmente…… Te besé en la mejilla y te ofrecí el mate. Charlamos un momento y me pediste: - Me traes otro mate? - Si mi amor- te contesté, sin ninguna segunda intención. Regresé un par de minutos con otro mate y vos estabas aún en la cama pero ahora bien despierta y sentada con la sábana corrida hasta la cintura, lo que dejaba libre tu medio cuerpo en el que, como ya había comentado, sólo un diminuto corpiño cubría tus senos, de mediano tamaño pero muy bien formados y, se adivinaba claramente, terminados en dos enormes pezones que aparentaban estar totalmente parados y duros( preparados para “la guerra” pensé para mi; pero quise sacarme ese pensamiento en honor a mi amistad con tus padres). Me senté a tu lado y te ofrecí el mate… lo tomaste y me susurraste: -Gracias… papi - y sorpresivamente me besaste en la boca…. Fue el inicio…. Cuando terminaste el mate lo tomé y lo deposité sobre la mesa de noche y sin dudarlo te abracé y retribuí tu beso con otro al que vos sin dudarlo respondiste colgándote de mi cuello…. - Desde el sábado cuando nos encontramos en casa soñé con este momento – me dijiste al oído- me calentaste mucho cuando me besaste, a pesar de que fue en la mejilla y durante todas estas horas solamente soñé con estar en tus brazos, sentir el calor de tu cuerpo junto al mío… ser tuya, toda y totalmente tuya, papito mío. Estoy caliente con vos, sos el hombre con el que siempre soñé entregarme ...

... totalmente!!!!! – y continuaste – Porque…. ¿ sabés?. entregué mi virginidad hace dos años, cuando tenía dieciocho, pero hasta ahora no he logrado gozar. Los chicos de mi pueblo te toman… te montan, te cogen y te dejan sin siquiera preguntarte si vos acabaste… si gozaste. - A mi me pasó lo mismo!!!! Te vi y me imaginé con vos en la cama…. Así como estamos ahora. Por eso no dudé en traerte mates y despertarte como me lo pedisate…. Sabes? Mi esposa duerme profundamente… recién fui a verla. Son las ocho y cuarto y no creo que se despierte antes de las diez como lo hace todos los días. Tenemos casi dos horas mi amor. - Quiero que me cojas, papi – continuaste – quiero que me hagas gozar, que me hagas sentir mujer, que me hagas acabar como me han contado que acaban las mujeres. Quiero realmente sentir necesidad de tener tu pija adentro mío, de desearla. ¿ Verdad que lo haras? No te respondí nada… solo te abracé más fuertemente y comencé a besar todo tu rostro bajando por tu cuello y llegando muy pronto a tus senos, que recorrí por el borde del sostén con mis labios mientras lo desprendía quitándotelos y atrapando tus pezones, primero uno, luego el otro y por último los dos juntos en mis labios y chupándolos mientras vos comenzabas el más hermoso concierto de quejidos sensuales, besabas y mordías mi cuello y te retorcías con los mas sensuales movimientos. Ya totalmente desnudos los dos llegamos al más maravilloso 69 en el que mientras vos te tragabas mi poronga hasta hacer arcadas ...