1. ISIDORO, MARTA, CAROL Y AURORA


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... -Depende de ella. Me largó: "¡¡¡Plas, plas, plas, plas!!!" -¿Que has dicho? ¿Acolchadas ? ¿Espuma? ¡Por los cojones! Dolía de hostia. Le dije: -No, no volveré a darle por culo. -¡¿Qué le has dado qué?¡ -Por culo. Me volvió a largar, con menos fuerza: "¡¡Plas, plas, plas, plas!!" -Eso no se hace. ¿Me vas dar a mí por culo? -No. -¡¿Como qué no?! Me volvió a largar, con menos fuerza: "¡Plas, plas, plas, plas!" Ya me estaban gustando la tunda de la loca. Volvió a jugar con el dedo en mi culo. -Haré lo que quieras. La hija puta me volvió a dar con la fuerza del principio: "¡¡¡Plas, plas, plas, plas!!!" -Vamos a ver si te gusta estó, maricón. Me cogió la polla, empalmada, y la llevó hacia atrás en el sentido de los huevos. Al ponerla al revés se ponía más y más tiesa. Me metió un dedo en el culo y me lo folló mientras me la meneaba como si me estuviese ordeñando. -¡¿Te gusta, maricón?! No iba a negar lo obvio. -Sí, puta. Quitó el dedo del culo y ya vi venir la zapatilla, pero esta vez me dio en las nalgas con la palma abierta. "¡¡Plaaaaas, pllaaaaas, plaaaaas, plaaaaas!!" -¡Sí, soy puta, una putona! ¡Pero ningún maricón me lo llama!! Aurora me estiraba la polla y sentí que me venía. ...
    ... -Me voy a correr, bruja. -¡Quítate de mis rodillas! Me levanté. Se levantó. Subio la falda y se quitó las bragas. Abrió las piernas, y con la falda levantada, me dijo: -Coméme el coño. Me agaché delante de ella. Aquel coño peludo ya tenía los labios abiertos esperando mi lengua, No se la dí. Lamí su clítoris. Aurora no estaba con esas. Me cogió la cabeza y puso mi boca en su coño, que estaba chorreando. Se lo comí y me encantó. Al rato gemía como una posesa. Me agarró la cabeza, me separó de ella, y me dijo: -Siéntate en el borde de la cama. Me senté. Aurora se levantó y después cogió mi polla, la puso en la entrada de su coño, y dándome la espalda, se sentó sobre ella. La cogí por las tetas. Ella me folló a toda mecha. No tardó en comenzar a correrse. Sus gemidos eran los de una fiera herida. Su coño se cerraba, apretaba mi polla y soltaba jugo... Sentí como me iba empapando los huevos con su torrente de jugo caliente y ella sintió como la llenaba de leche mientras le apretaba las tetas. Al acabar de correrse vi que tenia los huevos y los muslos llenos de flujo vaginal. La loca se volvió cuerda, y me dijo: -Cuando mi sobrina no tenga ganasde follar ya sabes donde estoy. KIKO. 
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