1. Rebeca


    Fecha: 03/02/2018, Categorías: Dominación Sexo con Maduras Autor: Corn, Fuente: CuentoRelatos

    ... Rebeca y una sonrisa se dibujó en su cara. Tras ocupar sus asientos, tomó el móvil en la mano con la excusa se silenciarlo y comprobó que había recibido un nuevo mensaje. Aprovechó que Luís estaba hablando con Raúl y Carla sobre la anterior entrega de los X-men para leer el mensaje. "Hola de nuevo, Perra. Cuando la película lleve una hora de emisión, irás al baño de minusválidos y me esperarás como ya sabes que has de hacerlo." Inmediatamente, su coño comenzó a palpitar haciendo que notase, aún más si cabe, las bragas en su interior. Como era de esperar, al apagarse las luces, no tardó en sentir las manos de su novio acariciando sus piernas al tiempo que se giraba hacia ella tratando de besarla. Sus labios se unieron y comenzaron a jugar con sus lenguas, pero separó la mano de Luis, colocándola sobre el apoyabrazos. "No, —pensó Rebeca. — Mi cuerpo ya tiene dueño y no eres tú" Frustrado, Luís tomo el paquete de palomitas y comenzó a devorarlas a un ritmo tal que las terminaría antes de que empezase la película. Si le preguntasen a Rebeca de que iba la película, no tendría ni idea de que contestar más que "de mutantes" porque miraba sin ver la pantalla más pendiente del tiempo transcurrido que de lo que se proyectaba en ella. Cuando apenas faltaban cinco minutos para cumplirse la hora de proyección, Rebeca se inclinó sobre Luís y le comentó que no se encontraba muy bien y que tenía que ir al baño. Sin esperar contestación por parte de este, se levantó y tratando de no molestar ...
    ... demasiado al resto de espectadores de su fila, tomó rumbo al aseo. Abandonó la sala y se adentró por el solitario pasillo hasta localizar el baño. Una vez dentro de él, comenzó a desnudarse dejando la ropa pulcramente doblada sobre el lavabo. Tras arrodillarse mirando hacia la puerta abrió la boca dispuesta a esperar la entrada de Su Señor y que la tomase. Transcurrió un minuto, sesenta segundos que le parecieron sesenta horas cuando finalmente se abrió la puerta y Su Señor apareció ante ella. Sin decir nada y tras cerrar la puerta con el pestillo, Su Señor liberó su polla y, directamente, se la clavó en la boca. Tomó su cabeza con sus manos y comenzó a follarla haciendo que su polla se clavase en su garganta. Rebeca colocó sus manos en el culo de su Señor para acompasar las embestidas cuando este la abofeteó. — No me toques, Perra. Las manos a la espalda. Rebeca retiro rápidamente las manos y las entrelazó a su espalda. Le había hecho cambiar la cita que tenían esa tarde al ir a comer con su hermana, y como castigo, no podría tocarlo. Su señor dejó de moverse y mantuvo la polla dentro de su boca hasta que notó que le faltaba el aire. Cuando finalmente no pudo más, su Señor la sacó y le ordenó que se apoyase contra la pared ofreciéndole su culo. Rebeca, llenó los pulmones de aire y haciendo caso omiso a las lágrimas que nublaban su vista, apoyó los brazos en la pared y alzó las caderas para ser tomada. Una de las manos de Su Señor recogió de su barbilla y sus pechos las babas ...