Deseo anónimo: Primera parte
Fecha: 03/02/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Decidí dártelo, y la verdad, no me arrepiento y nunca lo haré. Esa fue nuestra primera conversación y la recordaba camino al parque donde habíamos quedado. Mi cabeza siguió haciendo memoria mientras caminaba con paso decido en dirección a nuestro encuentro, recordaba las demás conversaciones, como todas y cada una de ellas empezaban con temas banales y terminaban derivando en nuestro tema, tema del que nunca sabíamos salir, y es que no sé por qué pero siempre terminamos hablando de sexo. Y he de reconocer que me gusta, que busco sacar el tema. Y es raro, porque nunca he sido una chica de buscar excitar, pero contigo es diferente, me salen comentarios sugerentes de forma totalmente espontánea y te los digo sin pensar, siquiera, en lo que te digo, por suerte, eso te encanta. Me lo haces saber diciéndome “Eres superior a mis fuerzas”. Y eso me vuelve loca. Es divertido tener esas conversaciones, y muy excitante. Nunca pensé que pudiera sentir algo así con una simple conversación, pero saber que la persona que está detrás de la pantalla, está tan caliente como tú, saber que esa persona siente un escalofrió y se le eriza la piel únicamente con tus palabras, hace que me recorra un enorme placer. Creo q eso explica las ganas que nos tenemos, y reconozcámoslo, nos tenemos aún más ganas debido a la distancia que nos separa, pues Salamanca de Bilbao, está a unas horillas. Y tanto tú como yo sabemos, que si no fuera por esa distancia, haría ya tiempo que nos hubiéramos devorado. ...
... Ensimismada en todos estos pensamientos, me di cuenta que estaba llegando a nuestro punto de encuentro. Estaba subiendo la pequeña cuesta que había que recorrer para poder llegar hasta donde habíamos quedado, cuando me paré en seco. Un nudo se me formó en la boca del estómago y fue subiendo hasta la garganta, haciendo que me quedara sin respiración durante unos segundos. Abrí y cerré los ojos varias veces y sonreí divertida al verte, estabas ya esperándome (llegaba tarde…la puntualidad nunca fue lo mío) y estabas tan nervioso como yo, lo delataba los paseos en círculos que dabas, sin descanso, alrededor de los columpios de aquel parque. Antes de armarme de valor y recorrer los pocos metros que me separaban de ti, mi cabeza recordó el momento el que te dije que iba a ir a Bilbao. Había sido hacía tres semanas, mis padres buscaban algún sitio del norte donde ir de vacaciones y enseguida pensé en ir a tu tierra, la verdad, no me costó convencerles. Así que ansiosa por decírtelo, corrí a llamarte. Sabía, que por las horas que eran, estarías metido en el ordenador, pero quería escuchar tu voz al decírtelo. Me acuerdo que cuando descolgaste el teléfono lo primero q te dije fue “En tres semanas te veo”. Solo me dijiste un tímido “¿cómo?” y a mí me dio por reírme. Te conté que me iba con mis padres, pero que les pondría de excusa que un día quedaría con una amiga de la universidad que hacía un año que se había trasladado a vivir a tu ciudad. Y en esas estábamos. Sacudí la cabeza alejando de ...