La verdadera esclava sexual - Relatos Eróticos

La verdadera esclava sexual

Estaba sola en casa ese fin de semana.Una de mis mejores amigas, Perla, me invitó a una reunión en su casa y por supuesto acepté, sabiendo de antemano que ella tenía unas amigas muy calientes y que esa noche podría enredarme con alguna de ellas.Antes de salir de viaje, mi adorado Víctor me había pegado una cogida infernal y dos días después todavía sentía mi concha un poco dolorida.Por lo tanto, en esos días solamente deseaba tener una mujer entre mis brazos, para acariciar y lamer… y por supuesto, que me hicieran lo mismo…Pero no tuve mucha suerte. Las amigas de Perla estaban todas casadas o comprometidas con alguien. Había dos lesbianas, pero era evidente que formaban una pareja y no iban a darme ninguna cabida entre ellas.Al día siguiente volvería Helena de viaje y entonces podría desquitarme con ella, hacerle de todo y luego entregarme a sus más bajos instintos de perra.Esa noche se me fue la mano con los tragos y finalmente me despedí de Perla y las chicas, estando muy, muy caliente y algo tambaleante…Al entrar a mi casa noté que había algo fuera de lugar. No era nada evidente, pero podía presentirlo, a pesar de que mis sentidos estaban empapados en alcohol y yo reaccionaba con un poco de lentitud.Subí a mi habitación y apenas encendí la luz, alguien se abalanzó sobre mi espalda, derribándome al suelo. Gracias a mi práctica de artes marciales y pese a mi calamitosa condición etílica, pude dominar al intruso, que estaba encapuchado.Lo tiré boca abajo al piso y me ...

... senté a horcajadas sobre su espalda, retorciéndole un brazo en su espalda…No necesitaba quitarle la capucha que cubría su rostro para saber que era una mujer….Una exquisita fragancia a perfume francés emanaba de su cuerpo y su respiración agitada hacía mover sus redondas tetas bajo su ropa oscura…La inmovilicé y conseguí maniatarla con una cinta adhesiva.El efecto etílico se me había pasado de golpe, pero la calentura sexual había incrementado mientras dominaba a esta desconocida. Mientras aseguraba sus manos a la espalda comenzó a insultarme. Así que también le cubrí la boca con cinta para acallar sus gritos; no quería que mis vecinos la pudieran oír.La acosté boca abajo en la cama y até sus pies a los bordes, sin que ofreciera más resistencia. Luego busqué una tijera y corté todas sus ropas negras, incluyendo una diminuta tanga de encaje muy sexy. Esa pequeña pieza de tela me la llevé a la nariz y por el olor de sus fluidos, supe que esa mujer también estaba bastante caliente.La dejé completamente desnuda. Podía ver que sus labios vaginales brillaban en la oscuridad, dejando escapar un poco de humedad…Yo tenía toda la noche por delante; así que me tomé mi tiempo. Me desnudé frente a ella, luego disfruté de una buena ducha y finalmente me puse un corset de Ama Dominante, acompañado de medias y tacos altos…Me acerqué a esa mujer desconocida y pude ver el deseo en sus ojos, a través de la capucha. Intentó debatirse cuando le separé los muslos para meter mi mano entre ellos. La ...